Black Eyed Peas se presentó frente a un imponente Pepsi Center que se llenó hasta el último lugar disponible. El trío de músicos apareció en el escenario en medio de aplausos y una tormeta de luces de colores que inundaban desde la tarima hasta el público.

El potente inicio corrió por parte de «Let’s Get’s Started» y «Pump It». Fue así que la banda estadounidense se presentó ante los miles de fans que emocionados se empujaban y gritaban el regreso de Black Eyed Peas, después de ocho años de ausencia en tierras aztecas.

Tras un par de canciones, pasó al centro una de las coristas que permanecía un tanto escondida, pero que cantaba con una potente voz: Jessi Carrey fue presentada como la nueva integrante del grupo. «My Style», «Bebop», «Scream and Shout» fueron  las canciones con las que la banda llevó la primera parte de su presentación, en la que definitivamente nadie dejó de bailar y saltar.

Este fue un show enérgico, en el que los ahora cuatro miembros de BEP demostraron sus dotes; tanto para cantar como para bailar. Fue precisamente a media presentación cuando Will.I.AM se despidió, y en seguida apareció un videoclip. En él se pudo observar cómo la gente afroamericana sufre de maltrato y racismo, un mensaje muy al estilo de los BEP. 

Para la última parte, la banda soltó los temas más recientes: «Don’t Stop The Party», «The Time» y «Ring The Alarm», pero fue «Where Is The Love?», la única canción de está bloque que eludía a los viejos tiempos de la banda.

Cariñosos, bromistas, risueños, energéticos, comprometidos y mexicanos; así fue como Black Eyed Peas se ganó el amor y los aplausos de un público que soporto una hora de retraso en el show. Con agradecimiento total, los miembros se despidieron usando palabras en español y modelando como en una pasarela con la bandera de México en alto.

«I Got A Feeling» fue el tema que lo cerró todo, así fue como un concierto se transformó en una gran fiesta en donde todos bailaban, cantaban y gritaban sin parar