Fotos: Carlos Sain
La legendaria banda Black Flag se presentó el viernes 28 de junio en el Foro 360 ubicado a las afueras de la CDMX en el municipio de Naucalpan, Estado de México. La agrupación es considerada como una de las pioneras en el sub género punk del hardcore y post hardcore, pero lo que nos presentaron esta noche dista mucho de las glorias de otros años.
Greg Ginn, guitarrista, compositor y único miembro original demuestra que el viejo adagio punk de “vive rápido, muere joven y deja un bello cadáver” se decía por una razón. Pues ahora, a más de 40 años de haber fundado la banda nos muestra lo decadente que puede llegar a ser un proyecto cuando pierde su esencia.
La versión de Black Flag que nos visitó contaba con la voz de Mike Vallely y la batería y bajo de 2 desconocidos que no tenían la actitud necesaria. El sonido y el ingeniero de audio tampoco ayudaron a la banda que se veía muy desencanchada en el escenario y quienes seguían haciendo prueba hasta ya entradas las 9pm (siendo que la cita había sido a las 7pm).
La guitarra de Greg sonaba tan descontextualizada del resto de la banda, pues no estaba en el sistema de sonido del lugar, así que si te movías podías, o escucharla extremadamente fuerte o no escucharla nada, lo cual para un recinto tan grande como el Foro 360 representa un problema para disfrutar un show; no sólo punk, sino de cualquier índole. El bajista tocaba como el mismo entusiasmo que cualquier chica con un ukulele en YouTube, que no está mal, pero que no sería lo esperado para tocar con una de las bandas de punk en activo más importantes de la historia.
Lo que fue sorprendente fue el nivel de calidad tan bajo que Greg y compañía nos ofrecieron; se entiende que la energía salvaje y violenta del hardcore no tiene por qué cumplir con estándares modernos de la música contemporánea, pero también se trata de una banda de culto y no podrían darse el lujo se hacer un mal show.
Es también muy sorprendente la capacidad de disociación del público, y tal vez haya sido lo mejor, pues lo que sucedía en el escenario no se parecía en nada a la entrega, pasión y energía que había en el mosh pit que el público mantenía en cada canción, evidentemente que todo explotaba con clásicos como “Six pack”, “Nervous Breackdown” o la legendaria “Rise above”.
Después de que la banda hizo su tradicional encore y terminaron su set, el público seguía pidiendo más y aunque ya no tocaron más, Mike salió a saludar a los fans y tomarse algunas fotos con ellos.
La experiencia que nos deja esta noche es que es importante aferrarse a las cosas, pero también es importante saber cuándo soltar para no demeritar el trabajo de una banda que influenció una época y que estableció su propio sonido simplemente por seguir cobrando unos billetes.