Después de un largo tiempo de abstinencia musical, vuelven los conciertos a nuestra ciudad y se sabia que Carlos Sadness iba a darnos ese regreso que todos ansiábamos y necesitábamos.
Abriendo el show de forma puntual y concisa, el Metropolitan vio cómo el español salía con sus características gafas oscuras y atuendo relajado para cantar “Ciclo Lunar” y hacer que todos los asientos fueran olvidados y la gente se parara a bailar.
Después de una merecida canción de cumpleaños entonada por todo el público, Carlos dedicó la noche a hacer lo que hace mejor: contagiar a cada uno de los asistentes de sus ritmos tropicales y felices sin dejar que nos sentáramos ni un segundo.
Sonaron éxitos como Hale Bopp, Miss Honolulu y Amor Papaya, durante los cuales Carlos brindó sus mejores pasos y movimientos de cabello, siempre acompañado de su banda.
Visuales estéticamente cuidados e indudablemente nostálgicos adornaron el fondo del teatro en cada canción de formas diferentes, detalles que complementabas el show minuto a minuto.
Como bien prometió, el español tuvo invitados, por un lado Marco Mares con quien cantó Semitransparente y un rato después, Melissa de Matisse, quien lo acompañó para La Costa Breve.
Entre los momentos épicos de la noche podemos cerrar mencionando la interpretación de Bikini, donde la gente dio toda su energía que fue recompensada por Sadness, quien también se notaba feliz y lo contagiaba en cada movimiento de cabello.
Al final, Te Quiero Un Poco y Que Electricidad concluyeron con un boom el concierto, dándoles a la gente lo mejor de todos los mundos (discos) de Carlos, dejando al Metropolitan satisfecho y muy bien bailado una vez más.