El Plaza Condesa y todos los asistentes fuimos testigos del que quizá sea el mejor homenaje a una de las leyendas de la música: David Bowie.
Lo que había iniciado como una simple reunión de amigos se convirtió es un proyecto que ahora viaja por el mundo alimentando la leyenda del Duke Blanco.
Mike Garson nos daba la bienvenida enfundado en un traje negro brillante, una leyenda homenajeando a otra, compañero y amigo de David Bowie. Se erizaba la piel de saber que lo teníamos ahí, sobre el escenario.
«Rebel, Rebel» y «Moonage Daydream» abrían con toda la energía. Sobre el escenario una banda conformada por auténticas leyendas de la música. Además de Mike Garson, quien fuera parte fundamental en la carrera de Bowie, se encontraban Earl Slick, que durante su larga trayectoria ha colaborado con grandes figuras, desde John Lennon, Robert Smith, Yoko Ono y por su puesto, el homenajeado de la noche. Gerry Leonard otro gran guitarrista y pieza clave de la banda. En la batería Lee John Madeloni. Un carismático Bernard Flower con una voz increíblemente parecida a la de Bowie. Y Gaby Moreno quien más tarde nos deleitará con su canto.
Como artistas invitados se encontraban Juan Manuel Torreblanca, Alfonso André y Cuceb Piloto.
La noche continuo con «Fame» y «Space Odity» fuertemente coreadas por las más de dos mil personas del recinto. Torreblanca interpretaba «Changes» mientras Alfonso André hacía lo propio con «Starman» y «Ziggy Stardust» para rematar junto con el público a una sola voz un grito «¡Viva México, viva Bowie!»
La noche estaba es su puno más alto, las emociones estaban a tope. Gaby Moreno y Bernard tomaban el micrófono para interpretar de manera extraordinaria «Under Presure» mientras el público bailaba y cantaba con toda la energía posible
Llegaba una pausa rítmica para que Gaby cantara «Rock´n Roll Suicide» «Five Years» y «Aladdin Sane» siendo fuertemente aclamada por el público que había quedado impresionado con su voz.
Con una breve introducción a cada canción por parte de Mike, los asistentes íbamos viajando a través de toda la carrera y discos que Bowie nos regaló durante tantos años.
Es inevitable sentir algo de tristeza al saber que ya no está con nosotros y que nunca más volveremos a escuchar cantar estos temas en un escenario, la alegría de presenciar este show se mezcla con ese hecho y nos hace sentir una nostalgia casi mágica que nos mata y da más vida al mismo tiempo.
La selección de canciones fue idónea y en el último bloque remataban con «Life On Mars» «Diamond Dogs» y como cereza del pastel «Heroes».
Entre lágrimas, pieles erizadas y un sentimiento extraño, dejamos el recinto con algo claro; Bowie no ha muerto.
La gira del «Celebrating Bowie» continua por distintas ciudades del mundo, nos sentimos afortunados de que México fuera considerado para este espectáculo y la oportunidad de ver a los músicos que acompañaron al camaleónico artista.
