Ceremonia es un festival que se ha ganado a pulso su lugar en la oferta musical, a pesar de los contratiempos…desde el cambio de locación-de Xochimilco a Toluca- en su primera edición hasta los vientos implacables que derrumbaron uno de sus escenarios allá por 2017.
Con los años se pulen esos detalles para llevar la experiencia del festival más allá de la música, sin embargo creo que es importante mencionar que este año, Ceremonia contó con una gran presencia de consciencia social en cuanto a ecología, libertad sexual, inclusión y diversidad, tanto arriba como alrededor de sus escenarios.
El día comenzó en el escenario Corona, Tessa Ia apareció con un abrigo de piel -espero que haya sido sintética- y lentes oscuros. El stage estaba decorado con flores mientras que sus músicos iban enfundados en trajes reflejantes, como los que ocuparon los Arcade Fire en el video de Reflektor. Bastaron cerca de 40 minutos para que la cantante conquistara a todos los fest jumpers tempraneros.
«Saturday come slow» -guiño guiño- las primeras horas del festival iban lentas, entre el ir y venir de las nubes, el viento formó un pequeño remolino entre la zona de entrada y el escenario Portal Absolut. Los flashbacks se hicieron presentes pero, solo quedó en eso -afortunadamente-.
Mientras la tarde continuaba, Ambar Lucid subía al escenario Corona, con una tierna timidez, para interpretar los temas de su EP debut Dreaming Lucid mientras del otro lado, en el Portal Absolut estaba Flohio, la rapera londinense que puso a todos a saltar con un show épicamente INTENSO. Hace unos meses Naomi Campbell la incluyó en su lista de «Las 10 mujeres que están cambiando nuestro futuro» y no puedo estar más de acuerdo con eso después de verla incendiar -metafóricamente, claro- el escenario.
El día seguía y se veía más gente en el ir y venir entre escenarios, había más filas en los baños no binarios, la #MareaVerdeEnCeremonia se hacía grande, ¡Qué fantasía! Lo que no era una fantasía era que poco a poco se acercaba ese momento DONDE TODO SE EMPALMA.
Cuando suceden este tipo de cosas te preguntas si la decisión que tomes valdrá la pena y pues a veces se gana y otras se pierde.
Por una parte podías apostar por experimentar con la mezcla de trap y banda con La Plebada o por el R&B de Ian Isiah en la carpa Traición o simplemente por el reguetón con Bad Gyal, y bueno en este caso, en el perreo nunca hay pierde.
El escenario Portal Absolut dio cabida a uno de los shows más desbordantes del festival y ese fue el de Denzel Curry, el rapero logró encender los ánimos con los singles de su más reciente álbum Ta13oo. Un intento de slam masivo, las manos a aire, gritos de «Fuck Donald Trump» culminaron bellamente en un cover de «Chop Suey!» de System Of a Down. Poesía pura.
Las Pussy Riot levantaron opiniones, mientras unos pasaban indiferentes ante su show porque «ya las habían visto antes», pero dejaron de lado la parte crucial de su presentación y fue el momento en en que se proclamó el manifiesto feminista…¡Un manifiesto FEMINISTA en CEREMONIA! que a muchxs les revolvió los sentimientos. Aquí un fragmento:
«Pudiste descuartizarme, mi carne la pudiste clavar a cientos de miles de cruces rosas. Pero yo, yo que soy semilla, yo que soy cenzontle, piedra volcánica, yo te doy mi palabra. No habrá dictadura, no habrá ejército, no habrá fuerza capaz de amordazar este grito. Yo que soy amazona, yo que soy coatlicue, yo te doy el honor de mi palabra, mi palabra de hija, mi palabra de hermana, no habrá fuerza que amordace este grito: ¡PORQUE VIVAS NOS QUEREMOS! ¡NI UNA MENOS!»
La tarde caía y venía la segunda decisión importante del día Yaeji o Parcels, ambos tocaban casi a la misma hora. El show de la productora, DJ, cantante y diseñadora, neoyorquina fue un respiro después de tantas emociones. La atmósfera íntima y la timidez de Yaeji lograron generar algo que muy pocos actos logran: la conexión entre artista y público.
«Mother Russia in my cup, and my glasses foggin’ up, Oh yeah hey dog hey what’s up», todos los presentes reventaron en euforia cuando «Raingurl» sonó y el set de Yaeji finalizó. ¿Me arrepiento de haberme perdido a Parcels? Realmente no, esta vez gané más de lo que perdí.
Mientras Khruangbin, DJ Koze, Jon Hopkins preparaban la noche para los actos principales, la gente se arremolinaba en el escenario Vivir es Increíble para ver a Rosalía.
Vestida de rojo y unas flores del mismo color en su cabeza, inició el set con «Pienso en tu mirá». El Mal Querer en vivo causó mucha expectativa, no solo por las canciones sino por la puesta en escena. Coreografía, luces, coros, vamos…el show fue demasiado disfrutable aún si no eres fan. El pop, los ritmos urbanos mezclado con la estética del flamenco es lo que convertieron a Rosalía en uno de los shows más concurridos.
La recta final de Ceremonia apuntaba a uno de los actos más esperados: Massive Attack. No solo por la deuda pendiente de aquel Corona Capital, tambien por el 20° aniversario del Mezzanine, uno de los álbumes que han marcado la historia de la música.
Cuando inició Massive Attack, se leyó en las pantallas la leyenda «En memoria de los desaparecidos», era un indicador de las fibras sensibles que iba a tocar ese set, mismo que comenzó con «Take it There» seguida de «United Snakes», mientras los visuales de Adam Curtis reflejaban nuestra realidad construida a través de metadatos y lenguaje binario: el mundo de la post verdad.
Los momentos más emotivos llegaron cuando los invitados hicieron suyo el stage. La leyenda Horace Andy, subió al escenario para cantar «Girl I love You» y «Angel», mientras que Young Fathers lo hicieron con «Voodoo in my Blood» y «Way Up Here», Deborah Miller lo hizo con «Safe From Harm» y «Unfinished Sympathy»
Hasta esa hora Ceremonia pudo ser una experiencia regular si no elegiste bien al armar tu horario, o te pasaste de copas o perdiste a tus compas… pero sí llegaste al punto en el que escuchaste «Teardrop» en vivo con Elizabeth Fraser de Cocteau Twins, déjame decirte que todo lo que hiciste y lo que no, valió la pena solo por presenciar ese momento.
Es importante mencionar que durante el show de Massive Attack no se llevó a cabo otro acto por lo que moverte hacia otro escenario era como caminar en un festival fantasma lleno de vasos desechables…. Esperen ¿no que se iban a reutilizar?
Todos los caminos nos llevaron a Aphex Twin, el final de Ceremonia se veía cerca y el set de Aphex iba a ser el soundtrack de un apocalipsis causado por la falta de comida y de cómo la energía se agotaba. Sin embargo cuando comenzó el set, la gente estaba un tanto desconectada porque inició sin más aviso que los visuales que empezaron a correr, sin embargo conforme avanzaron los beats, todo comenzó a ponerse oscuro, denso y psicótico como lo esperábamos de Aphex Twin.
Puede que muchos esperaban ver el rostro del DJ más allá de las máscaras de papel que rondaron por todo el Festival durante el día, pensamos que por ser su primera vez en México íbamos a recibir un trato especial, pero vamos, es Aphex Twin, su set no iba a ocurrir de forma tradicional.
Sin duda esta edición de Ceremonia fue épica por muchas razones, una de ellas fue que vimos diversidad de géneros y no solo los musicales, La diversidad, la inclusión y la apertura estuvieron presentes y no menos importante, las deudas musicales de Massive Attack y Aphex Twin fueron saldadas.
Recordemos esta edición como la vez que todo, lo bueno y lo malo, valió la pena porque nos permitió llegar a un punto en el que cabemos absolutamente todos, aunque sea por un día.