Entender la cinematografía, mas no el cine, es algo complejo (el segundo se refiere a la experiencia de ver una proyección en determinado lugar; más al espacio). La creación de la imagen en movimiento, de una ilusión y con ello contar una historia es una tarea que pocos han sabido hacer bien, pese a que este llamado ‘séptimo arte’ lleve ya más de cien años de haberse creado. Sin embargo, este mensaje es distinto cuando se vuelve audiovisual; no es que el sonido acompañe cual perro fiel a la imagen o le sirva de consorte, sino que muestra y cambia el sentido de lo que se quiere decir. Son dos distintos discursos interdependientes.
Hagamos un ejercicio: piensa, querido lector, querida lectora, en tu escena favorita de alguna película. Cierra los ojos. La podrás ver de todos modos al escuchar el sonido: no pasa lo mismo que si le quitas el audio a dicha escena y solo vemos movimiento. Intuimos, pero no imaginamos. Con el sonido es distinto. Siempre imaginamos con él. Quizá es por eso que Alex Mercado y Todd Clouser decicieron unir fuerzas con Jorge Servín y crear Cinema: música para películas no realizadas. Piano, guitarra y batería, respectivamente, se conjugan en una orgía sonora y cinemática. Un álbum que consta de sesiones grabadas en enero y presentaron en abril de este año. Para su promoción, este trío se presentó en la Fonoteca Nacional y en el Estudio A del Instituto Mexicano de la Radio.
Parte crucial de este proyecto es la improvisación. Hay explosión en esta mancuerna. Tranquilidad taciturna. Un páramo de emociones encontradas. Algo imaginario. Fuerte. Que se puede tocar sin ser visto. ¿Qué tipo de película podría ser hecha?, ¿qué actor?, ¿con qué dirección? Eso depende de cada escucha y sus referentes, yo podía ver a Meryl Streep en una escena melancólica y muy difícilmente imaginarme a Quentin Tarantino tras una escena dirigida con dicha música-de-fondo. Hay ciertas piezas que podrían sugerir alguna inspiración, ¿acaso «The Taxi Driver» tiene algo que ver con la cinta dirigida por Martin Scorsese?, ¿el personaje encarnado por Robert de Niro se encuentra también en los apacibles acordes de Clouser y las lánguidas notas de Mercado?
Este proyecto exige mucho al escucha y eso es bueno. Imaginar y nada más. Situar contextos, personajes, diálogos. Imágenes mentales, narraciones inexistentes; puede que incluso alguno de estos temas refleje a la perfección algo que estamos viviendo o algo que vivimos. Es una experiencia que las palabras poco pueden explicar: hay comunicación fuerte y constante entre los músicos, un aura creativa en todo momento. Pocas palabras, muchos agradecimientos.
Para la presentación de este material, se contó con un formato poco usual: un libro con las partituras de las piezas que conforman el álbum y la posibilidad de descargarlo a través de una página de Internet. No se podía esperar menos de una creación también poco convencional. «Es una apropiación distinta de lo material», me comparte en privado Clouser al término del concierto; habrá que esperar la respuesta del escucha y su capacidad imaginativa.
Cinema: música para películas no realizadas ya está disponible en plataformas digitales