Cuando tu banda es independiente en todos los aspectos, lo único que te queda por hacer es movilizarte y empezar a difundir tu trabajo de boca en boca, de mano en mano, con un disco grabado en tu casa, por tocar en el bar local, pero a veces no es nada buena la experiencia, ya que nadie pela a una banda pequeña y más si es local.

Además de las fondeadoras –cosa empezó a tomar auge hace un par de años-, existen los concurso de bandas o en este caso un campeonato de rock, en la cual si tu banda resulta ser ganadora, podrá obtener una serie de premios en los cuales siempre destacan la grabación de su disco de estudio, una gira para promocionar dicho disco y muchas veces ser los teloneros de alguna banda más famosa. Es toda una travesía que a veces te deja buen sabor de boca o a veces te hace odiar todo.

Para entrar a esos concursos, existen filtros muy importantes –y a veces muy elitistas-, donde lo primordial es no estar firmado por alguna disquera, tener ciertos años de experiencia y lo esencial, tener tus propias canciones y que seas de la República.

Teniendo eso en cuenta, puedes iniciar tu registro, en donde tienes que subir dos o tres canciones en formato mp3 y los datos de tu banda. Cuando pasas esos filtros, no te queda más que esperar a que los expertos y/o jurado escuchen tu trabajo y si eres de los seleccionados, serás de los encargados de pisar un escenario juntos a bandas de renombre, que tienen trayectoria y que han surgido de la nada, así como tú puedes serlo gracias a ese concurso que te ha dado tanto.

Pasas más filtros, donde si resultas ser ganador en el primer evento, puedes llegar al otro, donde otras bandas que ganaron en otro lugar, se enfrentarán a ti, a tu banda y que ese momento de felicidad que tenías al haber ganado al principio podría esfumarse en su totalidad. Vaya, no todo es miel sobre hojuelas.

Uno, dos, tres filtros y llegas a la final, donde solo quedan las mejores bandas, las más seleccionadas o más votadas por el público asistente, ahora sí, llega el momento de la verdad. Te enfrentas, sudas, tiemblas, quizá te quieras desmayar o vomitar, cualquier cosa puede pasar. Los aplausos son brutales y no queda más que esperar la decisión, que con el paso de cada minuto no sabes, te entra la incertidumbre y solo esperas el nombre ganador.

Se puede contar muy fácil, pero es un desgaste tremendo, noches de desvelo, a veces sin hambre y estás lejos de tu familia. Te llevas a casa una grata experiencia, nuevos amigos, nuevos conocidos que si maduras, te pueden dar una oportunidad más adelante, y en una de ellas, te puedes llevar a casa el gran premio antes mencionado y la oportunidad de abrir a una gran banda de renombre que te estará apadrinando en su gira.