Las vibras de antaño podían sentirse desde afuera del Teatro Metropólitan de la Ciudad de México: vinilos, discos, posters y playeras con las portadas más icónicas de The Smashing Pumpkins tapizaban las banquetas.
“Están más chidas las de afuera”, dijo uno de los asistentes, quien se armó su playera con la alineación “clásica” de los Smashing en versión Simpsons, de aquel famoso episodio Homerpalooza de los 90.
Pero adentro la nostalgia no dominó. Billy Corgan, James Iha, Jimmy Chamberlin y Jeff Schroeder lograron introducir al público la misma energía en cada canción, sin importar si se tratara de sus mejores hits o canciones más recientes.
El público fue advertido con dos llamadas, pero no hubo tercera. A las 21:00 horas en punto el Metropólitan se oscureció y la banda salió al escenario para iniciar con “The Colour of Love».
Si un tema de su último disco logró enloquecer a la gente de esa forma, el siguiente llegó como un disparo: “Bullet With Butterfly Wings” arrebató el alma y voz de cada asistente.
Fue en esa segunda canción que Billy tomó la primera de sus guitarras con las que demostró por qué es uno de los mejores músicos de las últimas décadas, al igual que lo hizo James Iha.
La facilidad con la que se comunican los instrumentos de estos dos músicos deja en claro el porqué Iha regresó a la banda. Y quizás uno de esos porqués fue para que el 5 de mayo de 2022, la Ciudad de México pudiera presenciar a ese dúo interpretar en acústico “Tonight, Tonight”, uno de los momentos más memorables del show.
Lo cierto es que en ningún momento cayeron los ánimos en el Metropólitan. Todxs cantaron “Today” y “Quiet” como si fuera la última vez que lo harían.
Cuando llegaban los temas menos populares o más recientes, la agrupación de Chicago, Estados Unidos, se encargaba de que el público sintiera la potencia de su música. Así que si no cantabas, por lo menos azotabas la cabeza o movías el cuerpo.
Además, la felicidad de The Smashing Pumpkins era contagiosa. Las sonrisas y agradecimientos de la banda, en especial de Billy y James, eran constantes. En su momento, Corgan recordó que México lidera su lista de escuchas por streaming.
“Once in a Lifetime” de los Talking Heads también sonó. Pero sin duda, la mayor agitación la lograron “Zero”, “1979” y, por supuesto, “Disarm”, que quizás fue el punto más poderoso de la noche.
Después de una veintena de canciones, The Smashing Pumpkins abandonó el escenario para el encore. A su regreso sumaron “One and All (We Are)”, “Hello Kitty Kat” y la noche cerró con la potente-loca-estruendosa “Silverfuck”.
Billy Corgan parecía no encontrar el momento para abandonar el escenario ante los gritos y aplausos del público; sin duda haber escogido un recinto más íntimo para su regreso a México fue una buena decisión para una mejor conexión.
Tras tomarse unos minutos para agradecer desde la parte más remota hasta la más próxima, por fin salió, no sin antes recordar “nos vemos mañana”. Así que ya sabes, si aún tienes duda de asistir a alguno de los cuatro conciertos que darán en el Teatro Metropólitan, aquí una recomendación: ¡hazlo!
Foto destacada: OCESA