Por: Maximiliano Blanco
Fotos: Facebook
La banda mexicana El Shirota se abre paso en la escena con su álbum debut Tiempos Raros una desenfadada propuesta nacional que fascinará a todos aquellos que buscan algo nuevo, con un cierto aire experimental y atmosférico nos introducen a un mundo sonoro que en algunos cortes nos recuerda a ese rock alternativo de los 90, con algo de punk, de rock e incluso algo ligeramente electrónico entre lo análogo y eléctrico.
«AtoriS LE» es un breve corte a modo de introducción y con la característica de estar revertido, comenzando por el título que se puede leer como «EL ShirotA» (El Shirota).
«No Sé Todo» es la primera rola en forma que durante sus 6:30 minutos fluye en un paisaje lineal, sin mucha desviación en su andar rítmico, una batería que acompaña a un bajo y una guitarra en primer plano junto a una vocal sin mucha variación que no sobresale sino que se mantiene en armonía con todo el conjunto de la canción, todo como un solo ente sonoro y compacto que invita a dejarse llevar suavemente al final para dejar entrar a «El Chirota».
Un bajo nos introduce a una pieza atmosférica donde las unidades sonoras hacen eco durante unos breves 3:26, una pista instrumental que da la sensación de un jam improvisado aunque de gran calidad manejando todo los elementos de manera precisa nos deja con un par de campanadas para dejar lugar a «Más de Una Vez» que es introducida por aquellas mismas y con una de guitarras entra a su paso para bajar su tempo y dejar a una vocal grunge acompañada de una línea de bajo, la pieza continúa con su curso natural.
«La Ciudad» entra con el sonido de un amplificador como cue, una rola muy diferente a sus antecesoras, con un poco de más energía se abre paso con una «textura», como un «ruido» que le da una atmósfera que quizá trata de replicar el bullicio de una ciudad. «RTL» entra con un poco de agresividad y cambiando el tono del álbum totalmente, con una desintonía, ya entrando mas a lo que será la canción durante sus 12:26 (la más larga del disco) podemos escuchar algunos efectos electrónicos que pueden traer a la mente alguna que otra banda de principios de los 2000 (¿quién se te viene a la mente?). Ya más avanzada la rola el sonido cambia totalmente dejando en primer plano unas guitarras enérgicas que texturizan acompañadas de una batería llena de agresividad, después de un par de minutos la línea cambia nuevamente, se relaja y únicamente con ruido de «estática» toma un descanso un tanto psicodélico y hasta «televisivo» por los efectos de sonido un tanto de aparatos electrónicos más apegados a lo análogo e incluso espacial.
«¿Cuánto Falta?», sin duda destaca por su intro acústico, muy al estilo “acústic sessions” de los 90 efectivamente, rememorando nuevamente a alguna que otra banda, aunque teniendo su estilo absolutamente sólido y bien distinguido introducen «espacios» propios en la misma canción. «A Donde Voy» es el penúltimo corte que entra empapada del concepto general del álbum, con un plano de guitarras hasta cierto punto un poco punk y unas percusiones constantes que tienen el control en todo momento, cambia un poco de energía y para su outro ya es casi una canción de un sólo instrumento.
Para cerrar Tiempos Raros nos dejan con «El Bob Rosendo», una rola indiscutiblemente punk en toda su forma, buena elección para despedir el disco, y les pregunto nuevamente: ¿qué banda les viene a la mente?.
Una propuesta nueva, fresca y diferente, con ambientes y paisajes musicales que nos atrapan en su propia atmósfera sonora, sin duda El Shirota estará dando de que hablar con este debut de Tiempos Raros, una muy buena opción para descubrir estos días de encierro y por supuesto de tiempos raros, un título muy apropiado que refleja la época en la que estamos viviendo.