Texto y fotos: Brenda Arriaga
Con tan solo 19 años, Declan Benedict McKenna le ha enseñado una o dos cosas tanto a sus colegas músicos como a la audiencia; desde alzar la voz ante situaciones injustas, hasta apropiarse de un escenario rodeado de miles y miles de personas.
Al platicar con el joven británico, nos dimos cuenta que, aunque casi nacido en la primera década del 2000, sus influencias van muy, MUY atrás. Artistas como David Bowie, The Rolling Stones y The Beatles guiaron su camino al iniciar en la música; dice ser fan de lo clásico pero buscar su inspiración en lo nuevo:
«Me inspira todo y todos, la vida en general; me gusta inspirarme e influenciarme de mis propias experiencias o simples historias»
Aunque pueda parecer solo un chico común y corriente del sur de Inglaterra, McKenna ha pisado ya importantes plataformas de la música en vivo. Coachella y Glastonbury han sido testigos de cómo este joven intérprete puede destrozar un tablado solo con guitarra en mano.
«Es increíble ir a esos festivales enormes porque nunca sabes qué esperar y todos son súper diferentes. Coachella fue fabuloso, es un festival bien interesante, muy ‘limpio’ (risas)».
¿Cómo llegó ahí?, se preguntarán. Un pequeño concurso de talentos fue lo que lo introdujo al famoso festival británico, el 2015 llevó a Declan a ser perseguido por muchas compañías productoras, opciones que analizó y terminaron por darle “Brazil”, la canción que lo lanzaría a la fama y al conocimiento global.
«Nunca pensé que esto iba a suceder así, simplemente fui siguiendo y tomando las oportunidades que se me fueron presentando y afortunadamente he podido seguir y contar con el apoyo de mucha gente. Nunca ha sido una meta como tal, sólo sucedió y me siento muy afortunado».
Esa canción inició un movimiento interno, en el cual Declan se ocupó de tocar constantemente temas de origen social y político, algo que parecía tan increíble como valiente viniendo de un aún menor de edad. «Todo empezó en la escuela, con mis amigos, nuestras conversaciones se fueron inclinando sobre esos temas. Siempre he absorbido lo que me rodea, además de que soy abierto y honesto».
Esto podría verse también como una gran responsabilidad hacia su país o su generación pero él no lo toma de esa forma pues lo hace de corazón: «Hay muchas cosas que me importan y de las que quiero hablar pero no por obligación, viene de mí. Siento que como artista van a haber muchas cosas que querré hacer en el futuro y no quiero sentir ese compromiso por tener que ser cierto tipo de artista o ‘figura política’».
Además de protestar contra la FIFA, McKenna es abiertamente aliado de la comunidad LGBT+ y critica arduamente a políticos que tratan de manipular a la sociedad; todo esto no asegura más que una gran cantidad de personas siguiendo su carrera paso a paso desde que lo escucharon por vez primera. Por ahora, además de cerrar su gira por América, está sumamente interesado en seguir creando y grabando música, pues es un legado el cual no quiere dejar escapar:
«Me encanta tocar en vivo, es una gran parte de ser un artista, especialmente en estos días cuando es casi la única forma de vivir de la música. Los discos, como sea, son esas cosas que la gente siempre recuerda cuando tú no estás ahí»
Aunque podemos asegurar que su futuro es tan brillante como su maquillaje facial, él no se genera expectativas pero tiene bien pensados sus objetivos a corto plazo: «Creo que eso es lo emocionante acerca de todo esto: hay muchas cosas que podría acabar haciendo en cinco o 10 años. Por ahora me gustaría seguir presentándome en vivo y creando, principalmente. Hacer música que ame y sólo seguir con esto lo más que pueda».
Y bien que podrá. Muchos años de éxito tiene por delante este inglés que, además de crear bellas y pegajosas melodías, lo hace con una intención de buena fe, en aras de lograr un cambio mayor: «Creo que tengo una influencia que he utilizado hasta cierto punto, tal vez mi lugar en este mundo es hacer un cambio a través de la música y me gusta pensar que he orillado a algunas personas a ser proactivas; más aún a la gente joven, tenemos una muy mala reputación y hay que animar a todas y a todos a tomar acción».
Así es como McKenna deja ver su lado más empático, mediante esta plática y a través de cada una de sus canciones. Ojalá más personas tuvieran esas mismas ganas de generar un cambio, acción tras acción o en su caso, nota tras nota.
“Music’s always being important to change. That’s not gonna stop, I don’t think»