Adriana Falcón y Miguel Bastida son dos compañeros de vida que decidieron embarcarse hacia una nueva aventura profesional en Hong Kong, casualmente la aventura resultó en otras más: la creación de Deer.
Desde el 2013 Deer ha experimentado sin miedo con distintos sonidos y hasta el momento han lanzado dos EP, un LP y un álbum de remixes con artistas de Asia y Europa, presentándose en distintos festivales.
Tuvimos la oportunidad de platicar con Adriana para que nos diera detalles sobre su nuevo material, el proceso creativo de la banda y una visión en retrospectiva sobre su carrera.
Un origen ilustrado
Dentro del material audiovisual que Adriana y Miguel han trabajado, sobresale un clip ilustrado que nos lleva al pasado, mostrándonos las circunstancias vividas para darle corazón a Deer.
“Lo que queríamos era contar algo más humano, algo que nos pasó y verlo en retrospectiva nos da un poco de impresión, ver cómo éramos y cómo han cambiado tanto las cosas, pero siempre lo compartimos con el gusto de que vean esa parte humana… dan esos shocks de que pareciera que todo es caótico. Nada de lo que vivíamos en esa época y de cómo vivíamos en ese tiempo, se parece a lo que estamos viviendo en este momento, es completamente diferente… nosotros ya llevamos aquí 10 años, que se pasaron volando.”
Y es que estar lejos de tu país no debe ser fácil, pero al mismo tiempo el enriquecimiento espiritual y cultural tienen que sobresalir, estar en colaboración con distintos talentos y artistas debe ser necesario para crearse una identidad.
“Ha sido todo un proceso bastante largo, la parte de tener tu propia identidad es lo más difícil en el proceso de hacer la banda… a Miguel le encantan las máscaras, mimetizarse tal vez porque no le gusta el focus en su cara, le gusta ser otra cosa, estuvo buscando en internet al artista Wintercroft, le escribió, le contestó, le dijo que estaba haciendo una máscara y se la mandó, para nosotros fue algo muy padre, le mandó una máscara de origami y nosotros la pusimos en una galería de arte aquí en Hong Kong, con una amiga que ya falleció, ella que era la dueña de la galería nos dijo -oigan ustedes deberían de salir siempre con esa máscara- y sí, de ahí en adelante la usamos mucho.”
Un álbum conceptual
Deer está trabajando en material nuevo, acaban de lanzar “Animals” el tercer sencillo de su próximo álbum que será un proyecto fragmentado: “conforma una especie de EP y este a su vez conforma un porcentaje de lo que sería una especie de álbum conceptual, que es por tomos y digamos que en este caso éste sería el primer tomo y son canciones que están de alguna forma hermanadas por el sonido o por alguna temática que encontramos, que las hacía sonar interesantes en conjunto, el cuarto sencillo se lanzará a finales de este año.”
Para la creación de este nuevo proyecto invitaron al baterista de jazz Enrique Nativitas, quien toca con Héctor Infanzón, inspiración para Deer: “creíamos que él daba el perfil para poder hacer esta fusión que nos encantó. Creo que es una de las cosas que podemos decir que fue diferente, que no habíamos hecho antes, en el álbum anterior habíamos trabajado con música electrónica en fusión con el rock… Entonces los sencillos de este año fueron un reto porque estuvimos trabajando con otros músicos y nos encantó la idea.«
«Esta canción tiene un ritmo compuesto, algo diferente a lo que la gente está acostumbrada a escuchar, los ritmos 4/4 los podemos escuchar más en el trap o en el hip hop y en este caso nosotros estamos utilizando un compás compuesto que puedes escuchar en otros géneros como el rock progresivo o el jazz u otras bandas experimentales.”
La guerra de los mapaches
Adriana cuenta cómo fue el camino para llegar a “Animals” y nada es lo que parece: “Miguel siempre hace las maquetas, generalmente inicia con una idea que le gustó… lo suena, me late y vamos a trabajar con esto, su idea musical inicial me pareció un poco nostálgica y un poco conflictiva, yo estaba buscando un tema y se me ocurrió hablar sobre Pompoko, una película japonesa de Estudios Ghibli y en español se llama La guerra de los mapaches.«
“La canción habla justamente de la psique del mapache, el decir -no puedo abandonar a mi gente, tengo que seguir en esto, aunque sé que todo ésto va a cambiar mi entorno y mi vida, en algún punto hasta voy a perder- que es lo que pasa en la película y lo que pasa en la historia en general, creo que la canción tiene esa parte conflictiva.”
La cercanía distante
Aún radicando en Hong Kong la distancia no es un impedimento para trabajar con quien quieras, la tecnología ha sido un gran aliado para fortalecer los lazos creativos y musicales de la banda: “Por nuestra situación hemos hecho muchas cosas a distancia, creo que es una de las fortuna de vivir en esta época, es muy sencillo mantener la comunicación a distancia, pero se hizo más necesario por el tema de covid, pero antes ya hacíamos cosas a distancia… nuestros masters los hacía Magnus que está viviendo en Europa.«
“No ha sido tan complicado, salvo porque nos gustaría estar ahí, porque nosotros gozamos de estar viendo al músico trabajar o estar más al pendiente del proyecto, eso sí nos pesa un poco pero creo que de ahí en fuera ha sido un proceso normal.»
«Nosotros somos egresados de la facultad de música de la UNAM y la mayoría de los músicos de sesión con los que hemos trabajado a distancia tienen entrenamiento, entonces cuando hay algún problema, en este caso para trabajar con Enrique, Miguel hizo unas transcripciones y le estuvo mandando transcripciones de ritmos para que él lo leyera y después le mostramos los tracks… vamos trabajando varias versiones y creo que eso es lo que ha ayudado.»
Orgánica, sensible y agresiva
La nueva etapa de Deer es un recuento de los hechos, una transformación del viaje una proceso orgánico, sensible y agresivo: “escuchando todo lo que hemos hecho desde un inicio hasta ahorita se van a dar cuenta de los contrastes que hay dentro de la banda, y van haber varias facetas de nosotros… desde la faceta de las personas que se adaptaron a Hong Kong, que hicieron historias con las personas de Hong Kong, hasta las personas que ahorita están hablando de los animales.”
Por Claudia K. Sánchez