Fotos: Óscar Villanueva Dorantes (OVD) / Cortesía
Devendra Banhart llegó a la CDMX para presentar su nuevo y más reciente material de estudio Ape in Pink Marble, que salió este 2016. Su única presentación en esta metrópoli fue en el reciento de espectáculos El Plaza Condesa; un show lleno de nostalgia y que fue demasiado íntimo para presentarlo en una tarima a manos llenas a sus fans que son tan entregados con cada nota que sale de su gloriosa voz.
El show empezó con «Golden Girls», canción que dio pauta a un inicio a una noche entera, total, y autentica. Digamos que Devendra, regresó tan radiante, con un brillo a su alrededor, y es que está en un concepto pegándole a un tipo dios. «Mi Morenita», calentó los humos, y es que una de las mejores canciones, una de las más icónicas hizo que el recinto se alimentara de ilusión, de anatomías íntimas y de sabor a tropical.
Y es que uno de los exponentes, más importantes en un folk tan saboreable, llenó en su totalidad el recinto, uno de los más representativos de la CDMX, cerrando el año con broche de oro para muchos de sus espectadores. «Saturday Night» es de las canciones nuevas, como era de esperarse la gente entiende muy poco de este nuevo disco, ya que tiene poco tiempo de haber salido; la ideología de cada uno es escuchar, ver y aplaudir, para después, entrarle bien al sonido y aprenderte la canción en su totalidad.
«Fancy Man», «Seahorse» y «Brindo» fueron de las canciones que sonaron en su repertorio, canciones que retumbaron este recinto que es uno de los más destacados en su totalidad, ya que al tener una acústica y una visibilidad autentica, hacen de los shows algo único que se queda en la memoria efímera.
Llegó el momento perfecto en que sólo la voz y la guitarra hicieran efecto; un momento -aún- más íntimo se hizo presente. La voz tan perfecta, el misticismo y la magnitud que tiene Devendra, es tan natural que todos aplauden; las miradas se centran en él, se suspira lentamente y se admira eficientemente para guardarlo en un momento único en una noche interminable.
«Long Haired Child» sonó en el Plaza, haciendo que todos quedaran impactados. Se convirtió en la noche mágica que todos esperaban, los sonidos estaban volando en el aire, y las expectativas se habían cumplido. Ver a Devendra hace que uno de tus sueños -claro, siempre y cuando te guste-, se haya cumplido, pues la perfección estaba parado frente a una tarima frente a muchas personas que expresaron su amor y su gratitud a este músico venezolano-estadounidense.
Su repertorio se envolvió en canciones que han sido marcadas por nueve disco de estudio de este músico de indie, lo-fi y folk. «Never Seen Such Good Things», «Daniel», «Linda», «Baby», «Carmensita» fueron algunas de las canciones que nos entregó Devendra, que nos hizo entender que él esta aquí, y que no se va.
Fue un concierto largo, donde más de 20 canciones se desnudaron y nos sedujeron conforme iban apareciendo en vivo. «Lover» dio cierre y cada uno se quedaba satisfecho con lo que acababa de presenciar. Devendra no viene muy seguido a CDMX y ahora podemos decir que esta ciudad lo recibe con los brazos abiertos y siempre con una sonrisa de extremo a extremo.
Pero basta de eso, de engrandecer a Banhart; hemos encontrado la persona perfecta para emprender un viaje bonito, lleno de amor, de paz, de melodías que quedaran en la mente intangible de cada uno de los que se dieron cita en un concierto muy intimo. Devendra no ha enseñado como se hacen las cosas, de forma intima y sin miedo. Nos enseñó a que las cosas se hacen bien, y mejorar tu camino que se ha visto engrandecer con cada año que pasa.
