Desde sus inicios en la escena underground, Diles Que No Me Maten ha construido un camino sólido basado en la autenticidad y la experimentación sonora. Ahora, con su cuarto álbum en camino y una presentación en el Festival Bahidorá, la banda enfrenta nuevos retos sin perder su esencia. En esta entrevista, nos hablan sobre su evolución, su visión de la música en tiempos de inmediatez y el balance entre improvisación y composición en su próximo material.

Revista Kuadro: ¿Cómo se sienten rumbo al Festival Bahidorá?

Diles que no me maten: Estamos muy emocionados de formar parte del cartel. Fue una sorpresa, algo que no esperábamos, y nos entusiasma que nuestra música llegue a un festival con una propuesta un poco diferente a los géneros que suelen presentarse en Bahidorá.

Por lo mismo, estamos planeando un concierto distinto a lo que solemos hacer. Generalmente, nuestros sets son muy libres e improvisados, pero en esta ocasión será diferente. Acabamos de terminar nuestro cuarto disco, y este material tiene menos improvisación, así que tomaremos eso como base para nuestra presentación. Será una experiencia especial tanto para nosotros como para el público.

Revista Kuadro: ¿No creen que Bahidorá puede ser un festival donde la improvisación se recibe bien? ¿Por qué no hacerlo?

Diles que no me maten: Claro, sabemos que en el festival hay una gran apertura para la improvisación, y definitivamente podríamos hacerlo. Pero en esta ocasión queremos aprovechar la oportunidad para preparar algo diferente y vivir una experiencia distinta. Será una forma de retarnos a nosotros mismos y explorar otro enfoque en nuestra música.

Revista Kuadro: En Bahidorá hay muchas más distracciones que en un festival en la ciudad: albercas, el río, el carnaval… ¿Creen que por eso tienen que hacer algo distinto para captar la atención del público?

Diles que no me maten: Lo que hemos aprendido es que intentar llamar la atención con ruido no necesariamente le hace bien a la música. Si una canción es tranquila, es mejor dejarla ser, sin forzar nada. Nuestra idea es tocar la música tal como es y que quien se sienta conectado se quede escuchando. Modificar nuestro sonido solo para captar la atención podría afectar la esencia y el sentimiento de cada canción, y eso es algo que preferimos evitar.

Revista Kuadro: Ustedes son una banda con letras cargadas de referencias literarias, canciones a las que hay que darles varias repeticiones para captar su concepto. ¿No creen que esto pueda afectar, considerando que hoy en día el público muchas veces busca algo más inmediato?

Diles que no me maten: Tratamos de que, al menos, el significado de cada canción se pueda entender. Incluso evitamos saturar los sonidos con demasiados efectos para que las palabras sean claras. Buscamos un punto medio entre lo experimental y lo accesible.

Jonás se encarga de las letras, y siempre las hacemos con mucho cariño. Aunque a veces usamos palabras poco comunes, al final lo más importante es que el resultado sea sincero y que cada canción transmita lo que realmente queremos decir.

Revista Kuadro: Mencionan que ya están por sacar su cuarto disco. ¿Cómo va el avance de este nuevo material?

Diles que no me maten: Hace apenas unas semanas terminamos de grabarlo, así que estamos arrancando con toda la producción.

Lo que podemos adelantar es que este disco tiene un enfoque muy diferente a los anteriores. Antes, la improvisación representaba alrededor del 60% de la construcción de nuestras canciones, pero esta vez todo ha sido cuidadosamente compuesto y planeado. Desde los intros, puentes y coros, hasta los arreglos de vientos, cada detalle ha sido trabajado con precisión. Es un álbum mucho más calculado y menos visceral que los anteriores, lo que le da una identidad completamente nueva dentro de nuestra discografía.

Revista Kuadro: Hace unos años eran una sensación del underground, pero últimamente han crecido mucho, al punto de participar en festivales y ser más conocidos. ¿Les gusta esta evolución?

Diles que no me maten: Es una locura, pero no sabríamos decirlo con certeza. Sentimos que todo ha sido muy orgánico, y eso es algo por lo que estamos muy agradecidos. No ha sido algo forzado, simplemente hemos llegado hasta aquí gracias a la música y al apoyo del público.

Lo más importante para nosotros es seguir adelante, sin obsesionarnos con lo que «deberíamos» ser. Aceptamos y valoramos lo que hemos construido sin torturarnos por buscar algo que quizás no necesitamos.

Revista Kuadro: Su música refleja que la hacen por amor al arte y no solo por encajar en la era de la inmediatez.

Diles que no me maten: Nunca ha sido nuestra prioridad componer pensando en un fragmento que pueda ser sampleado en TikTok. No hacemos música con esa intención.

Sin embargo, en la evolución que llevamos, quizá en el futuro terminemos creando algo que capte la atención al segundo diez, quién sabe. Lo que sí hicimos en este nuevo disco fue sintetizar más las canciones. Ya no duran siete u ocho minutos; ahora rondan los cuatro minutos, lo que le da un resultado muy chido que pronto podrán escuchar.