La noche del 29 de agosto en el Pabellón Este del Palacio de los Deportes, Peter Hook & The Light encendió los ánimos con una poderosa combinación de nostalgia y energía. Arrancaron con un repertorio que llevó a los asistentes en un viaje directo al corazón de New Order, comenzando con Dreams Never End, una clara señal de que la velada estaría llena de esos momentos únicos que solo la música puede ofrecer.
El recorrido continuó con temas icónicos como Procession, Cries and Whispers, y What Do You Want From Me?, mostrando que Peter Hook sigue siendo el maestro indiscutible del bajo y la interpretación. La energía creció aún más cuando el inconfundible inicio de Ceremony resonó en todo el recinto, seguido por clásicos como Everything’s Gone Green, Temptation, y la siempre esperada Blue Monday, que desató la euforia del público.
Cada acorde, cada línea de bajo, fue una invitación a sumergirse en una época dorada, culminando esta primera parte del concierto con himnos como Bizarre Love Triangle y True Faith, que hicieron vibrar a todos los presentes.
Pero la noche no había terminado. Después de un merecido encore, Peter Hook & The Light regresaron al escenario para rendir homenaje a Joy Division, iniciando con No Love Lost. La atmósfera se volvió más densa y oscura con Komakino, Disorder, y Warsaw, recordándonos la crudeza y belleza de una era marcada por la intensidad emocional de Joy Division.
El clímax llegó con Transmission, She’s Lost Control, y la enigmática Dead Souls, preparando el terreno para el cierre perfecto: Atmosphere y Love Will Tear Us Apart, una despedida que dejó al público con la piel erizada y los corazones llenos de recuerdos.
Fue una noche inolvidable, donde las sombras de Joy Division y la luz de New Order se entrelazaron bajo la guía de Peter Hook. La magia y la intensidad de esta velada quedarán grabadas en la memoria de todos los presentes. Para quienes lo vivieron y quienes no, les compartimos un vistazo a esta noche única en imágenes. ¡Nos vemos pronto en el Corona Capital con New Order!
