A pesar de los problemas presentados el sábado, el festival Ceremonia se recorrió un día y aunque tenía un cartel recortado sin algunos de los actos que se presentarían originalmente. Al llegar a Toluca se vivía una incertidumbre sobre cuanta gente asistiría y ésta aumentó al ver que los primeros dos actos del día en el escenario Vans, Mylko y AJ Dávila, se presentaron ante una asistencia muy baja, siendo principalmente fans de Björk que ya apartaban su lugar en la primera fila. Las dudas e incertidumbres se disiparon al llegar al escenario Corona donde James Blake se encargó de abrirlo y de juntar una cantidad considerable de fans, que a pasar del cambio de horario, se dieron cita a las 3pm para ver al músico inglés.
Llegó el tiempo de que los actos mexicanos tomaran el control. En el escenario Vans teníamos el poder de las rimas y el flow de Simpson Ahuevo y La Banda Bastón, mientras que Sotomayor y Rey Pila se encargaron de poner la fiesta y hacernos bailar en el escenario Corona. Aunque si buscabas propuestas diferentes y frescas, el Camp Roswell era ideal ya que podías deleitarte con Kali Mutsa, Mija y Buscabulla.
A punto de terminar la tarde ambos escenarios tenían proyectos de música electrónica para que la fiesta siguiera, en este punto ya nadie se acordaba que era domingo y mañana se trabajaba. En el escenario Vans teníamos al dúo Snakehips, quienes prendieron al público mezclando hip hop, pero si lo tuyo era el bass podías ir al escenario Corona y bailar con los beats de What So Not.
El atardecer comenzaba a caer sobre el Foro Pegaso y el dúo de R&B canadiense Majid Jordan nos demostraba por qué Drake los firmó con su disquera. Trayendo una gran cantidad de gente a su concierto, tanto la banda como el público terminaron con un buen sabor de boca, dejando el escenario listo para Björk. Si bien muchos se quedaron en dicho escenario para esperar a la cantante islandesa, otros se fueron a ver al neoyorquino Nicolas Jaar.
Con una gran puntualidad, Björk tomó el escenario, y acompañada por el productor venezolano Arca y un conjunto de cuerdas se encargaron a transportar al público a diferentes mundos. Una gran cantidad de gente se aglomero en el escenario para poder ver a la cantante. Muchos la habían podido ver en su concierto solitario en el Auditorio Nacional el miércoles o en Cumbre Tajín en 2013, otros era su primer concierto de ella. Björk dio un show de 17 canciones terminando con fuegos pirotécnicos, un concierto que incluso pudo haber superado su shows pasados dando un setlist que recorrió gran parte de su carrera y con grandes visuales que acompañaban las canciones, pero para muchos la cereza del pastel fue poder verla junto a Arca.
En este punto la gente quería más. No importaba si tenían que manejar de regreso a la CDMX ni que tuvieran que trabajar o ir a la escuela al día siguiente y por eso Underworld tomó el escenario Corona para cerrar el festival. Los ingleses con casi cuatro décadas de carrera se encargaron de dar un show de éxitos donde pusieron a bailar a todos, de quitarnos el frío y de hacer que tomáramos las últimas cervezas de la noche. Todos salimos satisfechos del Foro Pegaso, a solo unas horas de regresar al mundo real.
El festival Ceremonia se ha superado, en sus cinco ediciones este ha sido su mejor cartel y también uno de los más accidentados, al final lograron salir adelante superando los problemas del sábado y lograron recuperar la confianza del público. Si bien tuvieron detalles técnicos en ambos escenarios, donde el audio de casi todos los actos fallaba en la primer canción o se escuchaba mejor en la zona de comida que enfrente del escenario, fueron detalles que se solucionaban rápido. Con este cartel, el festival Ceremonia se termina de consolidar como uno de los festivales más importantes del país. Esperamos con ansias que sorpresas nos traerán para el siguiente año.