Foto de: Erick Saldívar

La primera de dos noches muy intimas que Paté de Fuá nos regalaría fue algo hermoso, algo sin igual. El Teatro Milán, con capacidad para 250 personas fue el lugar más que indicado para el show ‘Lados B: Las canciones que nunca tocamos’, que la banda ofrecería los días 7 y 8 de marzo en la Ciudad de México.

Más de una década de trayectoria como banda y muchos años más cada uno como músicos, tantos escenarios, tantos discos, tantas noches y regresar a presentarse ante un público reducido pero especial. Cada uno de los que allí estaban eran verdaderos fanáticos, de años, del corazón que esperaban escuchar canciones que en otros conciertos no serían posibles por diferentes razones en lugares más grandes o concurridos.

Los músicos salieron a escena poco después de las 21 horas, la gente emocionada esperaba descubrir la selección de piezas y canciones que la banda tenía preparada para esta noche especial.

«Te Conozco Mascarita» «Vals Del Circo» y «El Soñador» fueron las encargadas de darnos a bienvenida a Lados B la gente disfrutaba cada nota, cada palabra, cada momento era tan cercano que erizaba la piel, todos los músicos lucían tranquilos, contentos, de notaba que al igual que su público, disfrutaban cada momento de esta velada.

«Ninna e Pasquale» «Película Muda» y «Ojos Brujos» continuaron con la selección, los asistentes agradecían cada una de estas piezas y canciones, emocionados y expectantes de escuchar por vez primera algunas de éstas, que no había tocado la banda, hace años o que las habían puesto en escena muy pocas veces.

Yayo González anunciaba cada canción:

«Con la esperanza de que compren el disco original a la salida y de paso la escuchen bien tocada»

De verdad disfrutaba cada momento y se permitía hacer algunas bromas entre una y otra pieza, el argentino estaaba dando el corazón desde el principio.

La noche siguió con canciones como «Falso Olvido» «Corona de Espinas» y «La Tempestad», ésta última una de las más emotivas del show, arrancando un par de lágrimas a más de uno en el Teatro Milán:

«Cuando el mundo parezca cruel y te abrace la soledad, ten en cuenta que yo estaré siempre a tu lado en la tempestad, ten en cuenta siempre estaré, toma mi mano en la tempestad»

Todos, queremos o tenemos a alguien a quien podríamos dedicarle estas lineas y que al escuchar esta canción en vivo no hacemos más que pensar en esa persona. «Alice« fue una gran sorpresa entre los asistentes, así como «Invitación al Vals», que conmovía a los presentes. Acto seguido Demián Cantilo, el baterista, se ponía en posición para tocar con un serrucho a lo que Yayo decía:

«Estando con nosotros este pibe aprendió a tocar este serrucho, demostrando así que ademas de ser baterista es músico»

Continuaban las bromas y con serrucho en mano tocaron «El Fantasma Enamorado» fue todo un espectáculo.

Luego siguió «Oncativo Street Parade», «Mi Corazón» y una canción que nunca habían tocado en vivo según Yayo; «Lista Negra». Con este tema casi llegábamos al final. Un momento cumbre fue cuando toda la banda tocaba una parte de la batería, algo muy divertido y que mostraba una vez más como disfrutaban esta noche.

«Sin Razón ni Despedida», «La Canción del Linyera» y «Princesita» cerraban la noche. Esta última canción con un Yayo González solitario en el escenario. Le había pedido que los demás músicos lo dejaran solo. Cuando la banda regresó tocaron «Queridos Amigos». Así llegaba el momento de la despedida, era la canción perfecta para cerrar la velada. Una canción que dedicaba a todos los seguidores, agradeciendo todo el tiempo y el apoyo que les han brindado.

Por más de dos horas Paté de Fuá había complacido a la gente, a las 250 almas que habían sido testigos de la primera de dos noches de ‘Lado B: las canciones que nunca tocamos’.  Pero la noche no acabó ahí, con algunos problemas técnicos regresaron al escenario para interpretar «Vamos a Morir» para cambiar ese final conmovedor, tierno y relajado por uno más directo, estrepitoso donde la gente aplaudía al ritmo de la canción y quedaron aún más contentos.

Sin duda, después de tanto tiempo, Paté de Fuá aún tiene mucho que dar y con esta clase de shows, íntimos y cercanos logran atrapar aún más a sus seguidores más comprometidos con la banda. En fin; una noche sublime y encantadora