Hay una frase que siempre está volando: «El mejor de todos los tiempos es…», en todos los ámbitos de la vida existe. En esta columna se habla mucho de deportes y música; por eso aquí en los paralelismos que nos gusta trazar tenemos a uno que se va alejando para llegar al mismo sitio, con esa frase tan socorrida. Por un lado tenemos a la NBA y los Warriors de Golden State, el equipo de moda que hace provocar que no falte ese que le gusta generar polémica.
Recientemente acaban de tener la que es, la mejor campaña de temporada regular en la historia de la liga… pero eso no es todavía suficiente para tener el mejor equipo de la historia. Faltan los playoffs y la están teniendo difícil. Tuvieron que levantar un histórico 1-3 (el último equipo en hacerlo fueron los Celtics de Larry Bird, por lo que nos dice hace cuanto tiempo fue y lo que hacía falta a nivel talento). Y una temporada perfecta no sirve de nada sin un título, sino habrá que preguntarle a Tom Brady y a Bob Griese.
Sus rivales por el título, los Bulls de Jordan (¡sorpresa!) de la temporada 95-96, que se quedan ahora en segundo lugar con su record de 72-10 en temporada regular, pero ganaron el trofeo Larry O´Brien, perdiendo solamente 13 juegos. La primera ronda de playoffs la jugaban al mejor de 5 que barrieron igual que la final de Conferencia, regalándole un juego a los Knicks y dos al equipo de Seattle que tenía a Kemp y Payton como bastiones.
El equipo de Curry ya le cedió tres al Thunder de Durant y Westbroock, más uno que les robó Houston y Portland ya perdieron 14 juegos. Tendrían que barrer al equipo de LeBron para tener un argumento, a pesar de que los números dicen otra cosa ya. Y más que Cleveland ya sabe lo que es jugar contra esta alineación pequeña, sumado a un LeBron más descansado y el equipo entero (aunque Kyrie Irving defendiendo a Curry no emociona a nadie).
Pero esta es la belleza del deporte, no solo es de apreciación, hay que saber los números y qué significan. Como los anillos, no solo es mejor el que tiene más, que si fuera así Bill Rusell y sus 11 anillos barrerían a todos (para poner esto en contexto, si sumas todos los anillos que ganaron Magic Johnson y Kobe Bryant no alcanzan ni a empatar al centro).
Michael Jordan tiene además de los anillos, 6 premios de finales MVP, 5 premios MVP, 10 campeonatos de puntos, Mejor Defensivo del año, lider de robos, 9 All Star Defensive Team, 3 All Star MVP, Rookie del año y un montón de cosas más que no terminaríamos. Stephen Curry no fue el novato del año, porque Tyreke Evans (exacto) tuvo un mejor año (a los ojos de los votantes)… aunque se reconoce que es el primer jugador no solo de la NBA que fue unánime MVP (ni Jordan fue unánime para el salón de la Fama).
Así como eso es grandioso de los deportes, la música es completamente lo opuesto. No puedes, no se puede racionalizar quien es el mejor lo que sea. Porque pones en valores abstractos que Jimi Hemdrix es el mejor guitarrista de todos los tiempos. ¿Quién es mejor, los Beatles o los Rolling Stones?
Porque esos artículos se van a dejar venir, vamos a cerrar el año con Black Sabbath y con Roger Waters; tocando todo lo que los hicieron ser quienes son. Los primeros sus primeros cuatros discos que dieron nacimiento al Heavy Metal, mas unas rolas nuevas. El segundo, del Dark Side of the Moon, Animals, Wish You Were Here y the Wall —o por lo menos es lo que el poster dice—.
Pero que hacemos… ¿los Grammys? Quitando a productores (como Quincy Jones) y a personajes de música clásica (George Solti tiene 32 grammys), Alison Krauss tiene 27, luego U2 y Stevie Wonder tienen 22; Bruce Springsteen 20. Entre Jay Z y Kanye tienen 42.
Santana y Michael Jackson tienen los álbumes más laureados… junto a U2. Aquí es donde cuestionas a la academia y ni siquiera vamos ahondar en que Jethro Tull ganó el primer Grammy de Heavy Metal, y que …and Justice for All de Metallica estaba en la terna.
Te guste o no te guste U2, no importa que tanto te cague Bono ni por qué —últimamente por regalar música parece muy popular—, pero objetivamente no puedes decir que How to Dismantle an Atomic Bomb es su mejor disco. No puedes pensar que es mejor que The Joshua Tree o All Can You Leave Behind… pero fue el disco a la que la academia le dio 9 premios. 9. Uno más que a Thriller y tres más que a Toto IV de Toto. Por ciert,o este de Toto ganó más que cualquiera de Pink Floyd.
Si nos vamos a lista las cosas no mejoran. Rihanna rompió un record de Michael Jackson, ya tiene más Singles 1 en el Hot 100 de Billboard. Riri ya tiene 14, MJ solo 13. Si esto no es deprimente, no está tan lejana ya del record de los Beatles con 20, aunque primero debe pasar a Mariah Carey que tiene 18. Este es un número que no tiene discusión, no es como los grammys donde un montón de tipos no le dan el premio de Mejor Album a Kendrick Lamar.
Pero entonces, ¿Rihanna es mejor que Michael Jackson? La respuesta correcta es ni en drogas, porque además no es el único record que te hace pensar que el mucho esta de cabeza. Justin Bieber rompío un record de los Beatles. En la misma lista donde la de Barbados pasó al de Indiana, el señorito Bieber tuvo al mismo tiempo 17 canciones, el 17% de la lista. Los Beatles se quedaron en catorce.
Decir que Rihanna es mejor que Jackson a merita una camisa de fuerza… decir que que Justin es mejor que los Fab Four, simplemente merecen que te deporten del mundo. O por lo menos eso es lo que piensa quien escriba esto. Por que esa es la verdadera grandeza, mandar al demonio los números, a todos que digan lo contrario. Así es la música y así son los deportes.