Fotos cortesía de Lulú Urdapilleta
Fue un 11 de marzo del 2002, la primera vez que Damon Albarn nos presentaba en suelos aztecas a su banda virtual que se convertiría en su proyecto más taquillero, y tuvieron que pasar 16 largos años, para que en 2018, Vive Latino nos diera la noticia de que Gorillaz regresaría a la hoy CDMX como uno de sus head. Para los fieles parroquianos de VL, catalogaron su presentación dentro de las cinco mejores de la historia del festival, sin embargo, para otros cuantos, solo les abrió más el apetito de ver a solas a la banda liderada por Murdoc.
Y sí, Damon y compañía lo volvieron hacer. Una gira de cerca de 2 años, 95 shows, dos discos de estudio -cabe señalar que entre Humanz y The Now Now solo hay un año de diferencia- y más de 12 músicos en escena, tenía que culminar con un show épico y digno de los próximos libros de historia. Y para fortuna de varios de nosotros, la Ciudad de México, fue la elegida.
Y así fue, la noche comenzó a cobrar vida desde los primeros acordes de Jupiter & Okwees, quienes hicieron lo suyo en el escenario con su afrobeat y lograron ser un buen aperitivo. Terminando la presentación de los congoleños, comenzaba la cuenta regresiva para tener por segunda ocasión en el año a Gorillaz. ¡Vaya suerte la nuestra!
Un Palacio de los Deportes en sold out estalló en cuanto se apagaron las luces y sonó «M1A1», el primer tema de la noche. Podría ponerme a desglosar canción tras canción, pero vaya, el show que pudimos presenciar anoche, fue más allá de la banda virtual más famosa del mundo interpretando sus hits y clásicos que nos llevan acompañando desde el 2000, con el lanzamiento de su EP Tomorrow Comes Today.
Se sentía en el ambiente esa emoción y nostalgia por parte de los músicos que se despedían de muchos días y momentos de un largo tour, pues quizás también ellos no saben cuando regresarán todos juntos a tocar o si habrá un regreso, ya que recientemente el líder de la banda (Albarn) declaró que tiene pensado tener un receso del proyecto de 10 años y regresar en 2028.
La mala fama de la acústica del domo de cobre era algo que inquietaba, pero conforme el set continuó el sonido fue mejorando, el juego de luces sublime y sumando al show en todo momento, mientras que las pantallas siempre bien aprovechadas proyectando las animaciones que hemos amado desde el Gorillaz hasta The Now Now. El público mexicano siempre haciendo lo suyo. Coreando, aplaudiendo, haciendo temblar el inmueble y poniendo todo de su parte para minutos más avanzados del show, ver a un Albarn arrodillado ante su público, extasiado por esa respuesta de las más de 20 mil personas.
Anoche pudimos presenciar a uno de los artistas contemporáneos, si no en su plenitud, sí en uno de sus mejores momentos. Damon ha demostrado que está un paso -o varios- adelante de los músicos de su generación britpopera. Quizás la gran ventaja de tener a esta banda virtual, es que él perdió el protagonismo por un momento, el público se olvidó de él y se centró en 2-D, Noodle, Murdoc Niccals y Russel Hobbs; dándole esa libertad creativa para navegar con sonidos más electrónicos, un poco de hip hop y de poder experimentar con más estilos, sin temor al que lo señalaran o encasillaran por su pasado musical con Blur. Y lo logró, le perdió el miedo a reinventarse una y mil veces con éste y otros proyectos, se convirtió en una especie de mesías para manejar ritmos, fusionarlos y hacer de ellos lo que le de la gana, incluso hacer sold outs en cada foro que pisa.
El setlist muy equilibrado, temas clásicos y de sus nuevos materiales hicieron desgarrar la garganta de los presentes, que lucían rostros de clientes satisfechos ante lo que sus ojos -y celulares- presenciaban. Invitados de lujo, coristas de primer nivel y si Damon es bueno para jugar con los ritmos, bueno, es aún mejor seleccionando sus músicos. Impecable la ejecución de cada uno de ellos que no se dejaron llevar por el momento y brindaron un show digno de cierre de tour.
Entre los momentos más emotivos de la noche, podríamos recordar a un Albarn envuelto en la bandera nacional recorriendo el escenario y acercándose con sus fans, o la invitación al escenario a Jamie Hewlett, quien es el papá y creador de este cuarteto virtual que llena arenas en todo el globo.
Así como se habla de sus connacionales Lennon o Waters, Albarn a sus 50 años, está a unos peldaños de ser parte de ese prestigioso club y de compartir las mieles de estar catalogado entre los mejores músicos de todos los tiempos. No hay duda que Gorillaz nos regaló unos de los mejores conciertos que ha albergado el Palacio de los Deportes y para muchos, las dos, casi tres, mejores horas de su vida. Noche mágica y redonda al ritmo de canciones que dejan huella y que parece que jamás nos cansaremos de escuchar. Un lujo escuchar a este colectivo que no se cansa de poner la vara alta en la calidad de su música en disco y en directo.
Aquí el setlist tocado anoche en el cierre de gira de Gorillaz
Gorillaz #setlist en el Palacio de los Deportes, Ciudad de México ???? ? @ victordrums #Gorillaz #TheNowNow #Mexico pic.twitter.com/vBLTkuYICH — Damon Albarn Fans (@FansDamon) 25 de octubre de 2018
