fotos: Cortesía Chavarock
Algo que es latente y no que no se puede negar, es el crecimiento del festival, convirtiéndose en uno de los de mayor afluencia dentro del país. La Familia SKATEX año con año ha ido creciendo. Y los lineup que nos ofrece son de una gran variedad de propuestas nuevas y consolidadas dentro del ska y sus subgéneros.
Se dice que para esta edición se registra una entrada de 40,000 asistentes, y claro que no es para menos dado que una de las bandas que encabezaba el cartel era SKA-P, quien llegaría con un show especial antes de su paradón indefinido (si, nuevamente). Pero para entrar en detalle vamos punto por punto entre lo bueno, lo malo y lo peor.
Lo bueno:
Aquí el estandarte del festival es tener un precio accesible en el costo del boleto, ya que te da cuatro escenarios y tener dentro del cartel a Ska-p, Cultura Profetica, Desorden Público, Bad Manners, Dubioza Kolektive o New York Ska.
Para los más clavados en el Ska sin duda ver actos como La New York Ska quien es considerada por muchos como una de las mejores exponentes de ska tradicional en la actualidad, fue un gran deleite verlos al hacer vibrar su sonido de Ska-Jazz. Después llego Desorden Público, sin duda una banda consentida en México y con ello llegaron un set plegado de grandes clásicos, “Allá Cayo”, “Canto Popular”, “Música de Fiesta” hicieron bailar y brincar de principio a fin.
Un poco más tarde llegó el momento del reggae con Cultura Profética, este era uno de los actos muy mencionado ya que fue la última banda confirmada para el Skatex y el público agradeció el poder tenerlos ya que ellos trascendieron de hacer reggae para convertirse en una experiencia musical sensorial, donde pudimos cantar junto a los puertorriqueños, muchos de sus éxitos, canciones emblemáticas y viejos temas.
Lo mejor del SKATEX sin duda fueron las dos horas en las que se presentó SKA-P, los escenarios alternos quedaron vacíos, sin duda se venía una estampida (canción que no tocaron), los 40,000 asistentes dirigieron las miradas al escenario principal, por mucho tiempo los españoles no daban un show como el que se presentó esta noche, ahora sí “El Vals del Obrero” se sintió en la piel, estos españoles son una de esas bandas de ska que han logrado tener un lugar importante dentro del gusto mexicano.
Tras haber encendido a los asistentes, Pulpul y compañía dieron el banderazo para arrancar con “El Gato López” que no se detuvo hasta el último minuto del concierto, pasaron canciones que para muchos de nosotros son parte de nuestra infancia y juventud, ya que fueron precursores de un sonido, el ska y eso hacía que sintiéramos en la piel cada canción pasando por “Mestizaje” “Vergüenza”, “Niño Soldado”, e “Intifada”, tema que pudieron dedicar a Palestina si ser censurados como había sucedido en otros países.
Cuando todo apuntaba a que el concierto llegaba a su fin, “Como un Rayo” con un toque de “El Vals del Obrero” cimbró cada uno de los rincones del recinto ferial y logró que cada una de las gargantas presentes se desgarraran al ritmo de este vals. El grupo vallecano ofreció una verdadera sobredosis de energía y baile ante un abarrotado SKATEX.
Lo Malo:
Para las cosas malas hay varios temas que tocar, pero una de ellas fue la falta de respeto hacia algunas agrupaciones, tal es el caso de Bad Manners, una legendaria banda a quienes les cortaron el audio y muchos de sus fans quedaron defraudados y molestos. Esto mismo hizo pensar a La Tremenda Korte en no salir al escenario, ellos mismos en redes sociales publicaron que no se sentían cómodos con lo sucedió y paso por su mente cancelar su presentación, sin embargo, por respeto a sus fans, salieron a pesar de las condiciones que no eran favorables.
Si ponemos un punto malo sobre el público seria hacer mención en preferir ver a El Gran Silencio en lugar de presencia a Dubioza Kolektive, no es que sea malo ver a los autores de “Duerme Soñando” pero muchas veces pedimos que traigan bandas extrajeras y cuando se da la ocasión, no se aprovecha y prefieren bailar con el “Chuntaro Style” que ver a una agrupación originaria de Bosnia.
Si dejamos de lado a las bandas, podemos hacer mención en los costos de bebidas y comidas dentro del festival cayendo en una gran incongruencia, dando un precio “justo” en el costo del boleto, pero costos elevados en otras cosas. Estamos de acuerdo que no es necesario beber y emborracharte en el festival, pero “la familia del Skatex” es grande y con esos costos al menos para hidratarte salía muy caro. No obstante, la gente contratada para vender entre el público nuevamente cobraba de $10 a $20 de más, diciendo: “Que ellos no tenían un sueldo fijo, y por ello el precio” también los vasos conmemorativos en varios stands los vendían por aparte.
Y lo peor…. Parte culpa organización, parte culpar del público y sus malos modales.
Si bien mencionamos que el costo del boleto es accesible, es muy feo el ver que hay cosas como la seguridad y que los baños son escasos para cubrir las necesidades de 40,000 personas, siempre decimos que la seguridad somos todos y aquí la banda unida se cuidan unos entre otros y puede quedar en segundo término el tema sobre la seguridad. Pero lo que, si no se puede dejar de lado y sin mención es el caos generado por la falta de baños, esto hizo que tanto hombres, mujeres y niños hicieran sus necesidades en cualquier lugar o rincón sin prejuicios, dando un mal aspecto y generando un gran foco de infección.
El SKATEX puede ir creciendo mucho más de lo que ha hecho en estas ocho ediciones, sin embargo, como todo proyecto siempre hay puntos de mejora, y ojalá el tio skatex no deje de lado los puntos malos que pudieron dejar una mala experiencia en su gran familia y que siga creciendo el SKATEX año con año.