Por: Anette Eklund y Martín Vargas
En esta tercera semana del Eurojazz, Actis Dato de Italia y Mina Agossi de Francia se encargaron de cerrar con broche de oro la edición número 20 de este festival. El dúo italiano se vale de la cuerdas y el viento de manera improvisada para crear sus piezas. No hay una métrica exacta, solo irreverencia y una excelente comicidad. Escalas improvisadas y muy buenas historias detrás de cada pieza.
Los asistentes acudieron fieles al llamado del jazz europeo, ahora el clima fue más amable, aunque un poco más caluroso que en las semanas anteriores. Cuando los italianos bajaron del escenario, no dudaron en tomarse fotos y firmar innumerables autógrafos a los asistentes; pero ese día era gris también: uno de los máximos exponentes de la música había dejado este mundo. Chuck Berry falleció a los 90 años.
Para el domingo se escuchó una voz en el escenario: “Tocaremos en varios idiomas para que toda la gente nos entienda”, esas fueron las palabras que Mina Agossi susurró al micrófono, después de cantar a capela. Ella fue sin duda la propuesta de clausura más atinada del evento ya que siempre se ha caracterizado por tener una conexión especial con su audiencia; y esta vez no fue la excepción.
Además de presentar un concierto lleno de matices que unieron de forma armónica al jazz, con el rock, el blues y el flamenco , inmortalizó mediante arreglos jazzísticos a grandes músicos como Jimmy Hendrix o el recién fallecido Chuck Berry.
La francesa también dio a conocer su amplia creatividad y talento haciendo sonidos de guitarra eléctrica con su voz, después de que el guitarrista tuviera algunos problemas técnicos. Solos de batería, de guitarra y mucha energía en el escenario son algunos de los elementos que conformaron el mágico encuentro entre la música del viejo continente y los amantes del jazz en la Ciudad de México; ellos no perdieron la oportunidad para levantarse, bailar y brincar junto con Mina durante la última pieza.
“México los amamos mucho” fueron las últimas palabras de Mina antes de abandonar el escenario con la aclamación del público, no sin antes tomar una selfie de recuerdo con su audiencia mexicana.
Gracias, Europa. Gracias Eurojazz.
¡Nos vemos el próximo año!