Foto por: Gabriela Seas
¿Qué son 25 años para ustedes? Tal vez sea su edad, o tal vez, su primer cuarto de siglo como casado. Una infinidad de cosas pueden ser esos 25 años. ¿Pero qué había hace 25 años? Trato de remontarme en aquel 1991 y la verdad no recuerdo casi nada, solo recuerdo a mi papá comprándome un casette de contrabando, porque si mi madre nos cachaba, no nos dejaría comprarlo. Ese casette era El Circo. No sabía que en ese entonces tendría en mis manos un objeto que contenía 11 canciones y años después sería considerado de lo mejor de nuestro Rock.
El día pasado 18 de febrero, se realizó la segunda fecha celebrando esos 25 años que cumple este mejorable disco.
Me perdí la primer presentación que fue hace unos meses. La verdad de principio, no le di importancia, digo en 25 años he visto infinidad de veces a La Maldita. Vi su despedida, su regreso, sus 30 años y hoy, el festejo de “El Circo”. La verdad, aunque admire a esta banda, hay que reconocer que el show desde hace años sigue siendo el mismo. Nunca de los nuca falta “Pachuco”, “Kumbala”, “Solin”, pa’ pronto, medio Circo es el show de lo que puedes ver cuándo se presenta la Maldita Vecindad.
Esta celebración de aniversario fue realizada en la Carpa Astros (antes Circo Ataide), ahí mismo fue la presentación de dicho disco allá por los años noventa, por lo mismo está presentación se hace memorable.
Casi a la hora indicada en el boleto, inició un intro de «El chulo» para dar la bienvenida a este cuarteto (aclaro que me refiero a cuarteto solo a los originales malditos); donde Roco antes de iniciar con su discurso, mencionó que cambiaría un poco la primera parte del show, con lo que fue el anterior y así dio inicio “Bailando”.
La primer parte del concierto se basó en canciones de sus diferentes discos “Morenaza”, “Quito Patio Ska”, “El tieso y la negra soledad”, “Don Palabras”. Un set muy movido para bailar al ritmo del slam, sin embargo, creo que a muchos les pesaban los años y lo máximo que hacían era brincar un poco en su lugar. La mayor parte de la audiencia se veía que ya rebasaba el tercer piso, eran pocos los que armaban los círculos de paz, pero eso sí, sudaban como si hubieran corrido el maratón de la CDMX.
El discurso de Roco sí, ha sido el mismo, pero también hay que reconocer que en nuestro país también no hemos cambiado mucho, y así como el nombre del disco que estábamos celebrando, nuestro país sigue siendo un “Circo”.
Entre los discursos del Pachukote llegaba el turno de “Mojado”, donde era obvio expresar nuestro repudio al actual presidente de los Estados Unidos de América, diciendo que:
“Ni el muro más alto nos detendrá para abrazarnos como hermanos”
Llegó el final de la primera parte del show y todos tomaban un descanso, algo largo por cierto, para ahora escuchar de principio a fin lo que veníamos a celebrar.
Este descanso lo aproveché para seguir pensando en lo que hacía años atrás. Cuando me iba junto con mi amigo Ricardo Díaz a los conciertos de la Maldita, ya fuese en el Zocalo, CU, o en alguna explanada delegacional y lo único que recuerdo, es que no tenía ninguna preocupación para meterme al slam. Como perder mi celular, mi cartera o dinero y, claro que no tenía esa preocupación porque en ese entonces no tenía nada de eso. Ya que aquel día vi a varios personas buscar como locos su celular, entre los pies de los asistentes. Lástima, es el precio que ahora hay que pagar por estar hasta enfrente.
“Pachuco” fue la primera canción en ser entonada a todo pulmón de este segundo bloque, donde todos con la energía que les dio el descanso pudieron brincar sin cesar, hasta acabar esta canción. Roco expresó que se le hacía loco y raro iniciar un set con “Pachuco”.
Así fue como en el orden del disco se dio en este segundo set, donde “Kumbala” ya no fue la canción que cerraba, ni “Solin” con la que iniciaban.
En performance de este Circo estuvo basado en arlequines, danza área, pachucos, rumberas, y claro, un solin.
Durante esta segunda hora casi casi todas las canciones eran coreadas al unísono y claro, en 25 años te las aprendes, solo con “Crudelia”, los más fans fueron quienes la cantaron.
Estábamos en el cierre, entre “Mare” y “Querida”, donde “Mare” nos daba un pequeño break para dejar de saltar y todos iniciaban señal de hacer un gran slam y así cerrar con “Querida”.
Para mí, fue un gusto escuchar “Toño”, y estas dos últimas que mencioné, y así recordar lo que ha sido para mí El Circo. De regreso a casa en la línea 12 del metro, casualmente sube un mago urbano e inicia su rutina, me saca una sonrisa y pienso: “Sí, vivimos en un Circo”.
Ahora mi casette está en un cuadro colgado en mi cuarto, y la música de La Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio no deja de sonar en casa y creo que así seguirá por más de 25 años.