¿Cuál es nuestro papel en la historia actual? ¿Alguien lo sabe? Tal vez esa sea una cuestión que el tiempo tendrá que responder por nosotros, pero a lo largo de estos años tan raros, esa ha sido una pregunta que Will Butler, integrante de Arcade Fire, se ha estado haciendo y finalmente decidió hablar de esto en su nuevo álbum como solista, Generations.
En el 2015, Will lanzó su primer disco Policy que él mismo dijo era como una historieta, y posteriormente salió un disco en vivo, Friday Night. Ahora, Generations da una nueva visión de la vida personal de Will y también nos recuerda ese gran talento que ha cargado toda su vida. El álbum fue grabado por completo en el sótano de Will unos días antes de que todo cerrara debido a la pandemia en Estados Unidos, y tal vez sin saber lo que iba a pasar en los meses siguientes, su trabajo simplemente no pudo haber salido en un mejor momento.
Will dice que este proyecto es como una novela, “desesperante, divertida y un poco épica” que se centra en encontrar su lugar en estos momentos de la historia en todas sus etapas, como músico, padre, persona, y también de cómo cada generación esta cambiando el tiempo en el que viven.
Generations comienza con “Outta Here”, tranquilamente electrónica hasta que aparece la voz de Will; después de esa intro, llegan los instrumentos para activarnos, porque el resto de las canciones se vienen con todo. El puente es directo entre “Outta Here” y “Bethlehem” que sin embargo es más rockera, recordando un poco tal vez a Arcade Fire pero no por completo.
“Close My Eyes” al contrario, es onírica, con ese estilo de clásica canción positiva que ponen en las partes de enamoramiento y felicidad en las películas románticas con coros de mujeres –que sí tiene- detrás de un músico con guitarra acústica –que también trae-, hasta que “I Don’t Know What I Don’t Know” llega y el ambiente se pone super obscuro y progre. Esta es una gran canción que tiene de todo, te sorprende a cada instante y sólo te deja respirar por unos pocos segundos.
De aquí siguen “Surrender”, que fue el primer single en salir y que ha presentado en vivo desde el 2014, “Hide It Away” y “Hard Times”, que bien podrían ser parte de una película de sci-fi, con gran uso de elementos electrónicos mezclados con percusiones. Esta última hasta cierto punto distópica y distorsionada pero con este mensaje final de que aunque son momentos duros en el mundo, no importan siempre y cuando esté con la persona que amo.
Continúa “Promised” y “Not Gonna Die”, que habla de que no va a morir en Time Square ni en una habitación con mucha gente, sino en un hospital lleno de extraños diciendo que son sus hijos, mientras las percusiones suben, dándole a esta canción el tono épico del que habla Will, y finalmente en “Fine” aborda más su historia en Estados Unidos y el papel que él considera está viviendo o cumpliendo durante estos años.
Will tenía toda la razón, es un álbum divertido, con altos muy buenos, una gran producción que solo habla de su experiencia y una gran historia contada a partir de todas estas canciones. Aunque ahorita no hay noticias de algún otro trabajo por parte de Arcade Fire, Will está aprovechando su tiempo para seguir haciendo música sorprendente y divertida y que -tal como él había dicho- cuenta una historia.