Platicamos con la reconocida baterista, productora y front-woman Francisca Straube, alias Rubio, quien acaba de participar en el Festival Pitchfork México.
Lo que surgió en 2015 como un proyecto personal y musical, se ha convertido en una de las propuestas alternativas más vigentes de la escena latinoamericana. Con esa mezcla de pop, pop, ambient y hasta música étnica, la chilena ha logrado en pocos años una nominación como artista revelación 2017 para los premios Pulsar, una sesión en KEXP, así como presentaciones en festivales como Lollapalooza (Chile), Primavera Sound (Barcelona), Ruido Fest (Chicago), por mencionar unos pocos. Y ahora, pudimos charlar con ella sobre sus próximos retos, sus influencias musicales, y hasta del idioma que inventó.
Hola Fran, antes de empezar, quiero decirte que soy muy fan de tu trabajo. El año pasado me tocó estar en tu show del Auditorio BB (aquí la reseña) y el que tuviste en Trópico.
FS: Sí. Oh, gracias. En Trópico, estuve ahí luchando, porque ese día llovía mucho, y se quemaron unas luces. Entonces, casi ni tocamos, pero se logró.
A mi me gustaron mucho ambas presentaciones. También me gusta que tu show tiene varas facetas. De repente es más acústico e instrumental y, de repente, se vuelve más electrónico. ¿No has pensado hacer puro Dj set?
FS: El Dj set lo hago, me gusta mezclar, pero generalmente no me gusta tanto. Si me dan la oportunidad de elegir, siempre prefiero tocar. Y eso que, Rubio sí tiene ese mundo electrónico, que perfectamente cabe en Sonar. En Chile tocamos en el Digital, otro festival que es súper electrónico también, y también una vez en el Mutek, solo que fue en pandemia y fue online.
¿Y has pensado en shows unipersonales? ¿tu guitarra, tu voz y tus programaciones?
FS: ¿Yo sola? Sí, lo he hecho un par de veces. Pero siempre prefiero batería, porque también le da otra fuerza cuando está envasado. Pero sí lo he hecho un par de veces, tocar solita, yo, mujer pulpo, haciendo muchas cosas.
Pero prefieres traer a tus músicos.
FS: Sí. Yo soy como de la vieja escuela. Valoro cuando el músico está tocando y que haya baterías reales, ya que, hoy en día, todos son bases y cantar y bailarines, y listo. A mí me gusta el instrumento, me gusta llenar de repente ese hueco con muchas secuencias.
Oye, y por ejemplo, justo te iba a preguntar con respecto a tu último disco, el Venus & Blue (2023)¿cómo le ha ido?
FS: Bien, súper bien. Pensé que no le iba a ir tan bien, de hecho. Porque me demoré en sacarlo, y ahí empiezan en la mente las inseguridades y el auto boicot, y como que me inseguricé con el disco. Entonces no se puede esperar nada. Creo que cuando compartes la música siempre tienes que soltarte, que sea lo que tenga que ser.
Oye y, ahora, ¿qué planes tienes?
FS: Pues un buen. Nos vamos a Austin, al South by Southwest. Vamos a tocar en San Antonio, también Texas, en abril voy a Guatemala, y después voy a ser la telonera de Elliot Moss.
Te está yendo increíble. El año pasado hasta te escuché en una película mexicana, La caída, nominada al Ariel. ¿Esta rola la hiciste tú, verdad?
FS: Sí, la creé para la película y después la agregué como single de Rubio.
En lo personal es de mis favoritas porque tiene un aire muy como de dream pop.
FS: ¡Sí! Es verdad. Y bueno, me gusta el dream pop.
Dinos algunas influencias que han marcado tu música.
FS: Yo creo que las influencias vienen cuando uno es pequeño, y, en ese tiempo, cuando uno era más chica, no había tanta música como hoy en día que está Spotify. Entonces, cuando chica recolectaba joyitas, que eran los Cds y los cassetes, que cuidaba mucho.
¿De qué artistas?
FS: Yo era muy fan de Nirvana. Kurt Cobain me marcó mucho. También Deftones, Silvio Rodríguez. Radiohead, Björk.
¿Y de artistas contemporáneos?
FS: Hoy en día, uno descubre bandas todo el tiempo sin parar, con esta sobreinformación. Entonces no te podría hablar de influencias tan actuales. Me es difícil. Ahora yo ya soy mi propia influencia. Pero, sí siento que cuando era joven había algo ahí bien potente que me marcó durante y un después.
Y ya hablando fuera del ámbito de la música, ¿de qué otras fuentes artísticas has tomado inspiración?
FS: Bueno, a mí me marcó mucho Nina Simone, por todo su mundo activista en una época muy racista. Eso me marcó, esa voz, esas ganas también de decir algo. Patty Smith, igual con sus libros. Alejandra Pizarnik, que es una poeta Argentina que se suicidó, también fue algo que me marcó mucho y me inspiró. Bukowski, los poetas muertos, así como que me me me llegan, estoy viendo.
Oye, y, hablando de escritura, ¿cómo es tu proceso?
FS: Yo siempre invento la melodía sin letra. Como tengo un idioma inventado, invento la melodía con ese idioma, y al final le pongo la letra.
¿Nos podrías contar más sobre ese idioma inventado?
FS: Me sale cuando invento las melodías. De hecho, yo siempre he pensado que cuando sea más grande, más vieja, en sacar los discos con mi idioma inventado. Porque hay muchas canciones que hago con mi idioma inventado, y me gustan, y, a veces, le pongo la letra y ya no me gustan. Es muy loco.
Sí, pero también tiene algo muy interesante.
FS: Y creo que también hay algo ahí potente con ese idioma que sale con la melodía. Creo que más adelante voy a hacer un diccionario con idioma. Claro, hoy en día todo es palabra y hay que decir algo. Y me encanta hacer letras y siento ahora la responsabilidad con el mensaje que quiero dar. Pero, cuando era más chica, yo siempre quise que mi música fuera el idioma inventado.