Así, tal cual. Vaya, no es difícil de comprender el fenómeno del hip hop. Es, al final de cuentas, un canal de expresión potente para purgar y sacudir muchas de los conflictos que se cargan. Igor es el claro ejemplo de eso. El sexto álbum de estudio es uno temático que Tyler Okonma utilizó para escribir la historia de una relación y su caída. El artista californiano lo ha vuelto a hacer, y ha puesto en alto la vigencia de la escena con un álbum que logró el No.1 en la lista de los Billboard 200.
El “tema de Igor” con el que abre el disco es una pieza gruesa, llena de ecos digna del mejor DJ Shadow. Es una canción que marca la pauta y en donde colaboran con Lil Uzi Vert, y Charlie Wilson. Le sigue, “EARFQUAKE”, con Playboi Carti,un tema demoledor, que fue rechazado por Rihanna y Justin Bieber, donde “El Creador” le pide a su amor que no se vaya: todo ha sido mi culpa. Uno de mis sencillos favoritos del año.
“I THINK” y “RUNNING OUT OF TIME” son otro par de genialidades. La primera es una canción potente que habla del enamoramiento y que encuentra la ternura en los coros de Solange, en una segunda mitad que nos lleva a una atmósfera de mariposas en el estómago, y un piano romántico que cierra con delicadeza la canción. La segunda surgió de una plática con Kendrick Lammar, quien le sugirió rescatar la crudeza de su propia verdad. Por eso habla sobre sobre esa relación que, como la canción, se va hundiendo poco a poco, en una nostalgia sensual pero definitiva.
Con “NEW MAGIC WAND”, en colaboración con Santigold, empieza una nueva fase en el disco que nos arrastra por un camino mas denso, más grave; el de la pérdida inevitable y dolorosa. Éste es el tema favorito del propio Tyler, que además cuenta con la frase mas rotunda de todo el material, ‘sometimes you gotta close a door to open a window’, la cual significa que a veces, para abrir una ventana hay que cerrar una puerta. En “A BOY IS A GUN”, vuelve a sonar la voz de Solange y se introduce un nuevo integrante del drama, quizás un chico, pasivo-agresivo, tóxico, peligroso, como una metralleta cargada.
“PUPPET”, es un track colaborativo con Kanye West, en el que otra vez se combinan el tema de la canción con la música para potenciar el efecto. Así, la primera parte es un bonito drama de amor y dependencia, que se transforma en una segunda parte en donde el cantante compara su amor con ser la marioneta de otro y se llega a sentir de nuevo, esa agonía relacional. “WHAT’S GOOD” por su cuenta, es el punto sin retorno. Densidad pura a base de un uso pesado de tambores, sintetizadores distorsionados que dan una sensación hipnótica, y un rapeo agresivo del buen Tyler, cuya letra es una de búsqueda de la luz entre tanta oscuridad.
Cerca, cerca del final aparecen otros dos grandes temas. “GONE, GONE / THANK YOU”, con CeeLo Green es un tema doble, en el que el sol y los jardines de Flower Boy, su disco previo del 2017, vuelven a aparecer. Es ese momento en que, aunque la persona amada se ha ido, solo queda agradecer los tiempos vividos y los recuerdos, ese verano en diciembre. Catarsis pura seguida de la aceptación llamada “I DON’T LOVE YOU ANYMORE”, una carta de amor en el que el protagonista se muestra contradictoriamente honesto. Quiere dejarlo todo atrás, pero no puede. Por más que repita que ya no ama a esa persona, el corazón no entiende de razones.
El disco finalmente concluye con “ARE WE STILL FRIENDS?” una balada romántica contemporánea que, si la usamos adecuadamente, puede servirle a cualquiera que desee mantener una relación, incluso después del final. Es una pieza de esperanza, de “el amor después del amor”, que cierra el álbum de manera grandilocuente. Un poco de funk, sintetizadores suaves, coros, la voz de Al Green, Pharrell Williams, y un solo de guitarra de Jack White.
Así, en 39 minutos, Tyler the creator crea una obra brillante sobre las relaciones humanas utilizando el hip hop como base, pero tomando también licencias del soul, el trip hop, el funk. Igor es un álbum que, en definitiva, estará entre los mejores materiales de la década a lado de otros discos fabulosos del género como el To Pimp a Butterfly de Kendrick Lammar, o el Channel Orange de Frank Ocean.