Interpol: Amar, crear y admirar

México no es lugar extraño para Sam Fogarino, baterista de Interpol. Sam le dio a Revista Kuadro una entrevista muy íntima sobre los nuevos tiempos de la banda.

Esta plática distó mucho de ser una igual a otras; estuvo llena de introspección y risas entre nosotros que nos unió más allá de entrevistado – entrevistador; tanto que siento injusto adentrarlos haciéndolos sentir un tercero, cuando Sam mostró una cercanía inigualable y verdaderamente deliciosa entre nosotros.

 El reencuentro de Interpol

Todo se trató de un día soleado en la Ciudad de México, un día antes de su concierto en el Palacio de los Deportes. Interpol pasó sus primeros días en uno de los hoteles más top de la ciudad donde Sam nos empezó por describir las delicias de la comida mexicana mezclada con la gastronomía de otros lugares que había probado, como lo es el sushi, que guarda “ese toque mexicano en comida internacional realizado por chefs mexicanos”. 

Está plática comenzó con una pregunta que para cualquiera puede parecer sencilla, pero una vez dentro de la industria, reconoces lo importante que es. ¿Cómo se siente regresar a tocar con tus amigos, con tu banda, con las personas con las que tienes una sincronía increíble desde el primer día, por primera vez después de dos años de pandemia?

El rostro de Sam se transformó en felicidad, emoción y nostalgia; se encontró a sí mismo sentándose frente a su batería por primera vez junto a Paul y Daniel. “Fue increíble, solamente agarrar mi equipo me transportó a otro lugar. Estábamos en la sala, como si fuera una banda de preparatoria y era la espera de abrazarnos, de tocar juntos; es como una sensación de: esto está pasando y no puedo creer que esté con ustedes. Como el primer trago de agua después de mucho tiempo sin tomar nada.” 

Tocar no fue lo único que hicieron esos primeros días juntos; aprovecharon su gusto por la comida y comenzaron a cocinar, “todos tenemos gustos culinarios distintos” así que se juntan en la cocina y se prepararon lo que cada quién gustaba. Tal vez no compartieran la comida pero compartían el espacio y el momento de hacerlo “no solo es pararse y tocar juntos, es estar juntos.»

“Los veía conmigo y solo preguntaba -mañana que despierte, van a estar aquí ¿verdad?”

Una de las cosas más representativas de ese momento fue darse cuenta de la emoción que tenían por tocar juntos y perfeccionar juntos la música que se había creado durante la pandemia. Tiempo que Paul, Daniel y Sam pasaron separados, compartiendo las canciones que creaban por separado.

A Sam le impresionó el reencontrarse tocando por primera vez las canciones que habían estado mandándose a través de internet. «Casi sin decirlo empezamos a tocar y no sabes la emoción de descubrir que las canciones tenían pies y cabeza. Daniel comenzó a tocar «Toni» y dije -esto necesita baterías- y después Paul salió con el bajo y pensé -esto va tener un sonido muy delicado y minimal- y resultó ser algo muy disco. Ese tipo de cosas no las puedes hacer remotamente, eso lo tienes que hacer frente a frente porque son cosas que solo suceden cuando sientes la energía del otro. «

«Cuando te unes en una idea con tus compañeros se siente como un perro saltando de felicidad cuando te ve, con la cola lanzándose de lado a lado y pegándose a ti para que sepas que lo que siente es pura alegría.» De eso se trata tener una banda y hacer música.

Mark «Flood» Ellis

Una vez pasada esta etapa de reunión, Interpol fue a Londres a grabar su nuevo álbum junto a uno de los productores más grandes de nuestros tiempos, y el favorito de Sam, Mark Ellis conocido como Flood.

Para darles un pequeño contexto sobre este productor, ha trabajado desde 1981 junto a bandas como New Order, Nick Cave, Depeche Mode, U2, Nine Inch Nails, PJ Harvey, The Smashing Pumpkins, The Killers, Foals, y la lista sigue y sigue y sigue, «siento que tengo muchos gustos musicales similares a los fans de Interpol y él ha sido parte de todas esas bandas que probablemente compartimos.»

Flood hizo sentir a Sam muy seguro desde el inicio, «me hizo sentir como que no me preocupara por ser perfecto, exprime todo lo que tienes, -porque el se va a encargar y te va a decir si es mierda o no-.»

Aún con una experiencia larga en música, Sam siguió aprendiendo muchísimo de Flood, «No me importaba impresionarlo, me importaba que él me descubriera; que lo viera en mí. Luego me doy cuenta de que eso es lo que hace, es su trabajo, y el proceso en el que puso la banda fue como si te estuviera esculpiendo sin que tú lo supieras.»

Tú empiezas a tocar las mimas canciones una y otra vez y luego él te dice -intentemos esto- y puede que digas esto era justo lo que necesitaba la canción o refuerza la idea principal. Y no lo impone, solo que lo pone en comparación para que tú mismo lo veas.

Flood se convirtió en un miembro más de Interpol, en un artista de su música, y en uno de los personajes más importantes de su vida durante la creación del nuevo álbum. «Es amoroso, amigable, divertido, muy guapo con gran cabello y una persona muy agradable. Entendió perfecto cómo funciona la banda.»

Lo increíble es pensar en cómo afectó su presencia a Interpol, Sam incluso ha pensado en cómo va a seguir tocando la batería sin saber que Flood está detrás de él, viéndolo y escuchándolo, dándole su seña de aprobación. Se convirtió en un mentor amoroso que llevó a Interpol a un lugar donde no habían estado antes y que logró que este nuevo álbum fuera lo más acercado a su verdadera esencia que ninguno otro antes.

The Other Side of Make-Believe

Los discos de Interpol siempre han sido estrenado en momentos clave de la banda; cada uno tiene un sello en específico y eso no cambia para The Other Side of Make-Believe, lo que sí cambió fue la situación mundial a partir de la pandemia.

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Sam confieza que en algún momento de la pandemia pensó que sería el final para Interpol, porque no podía ni pensar en subirse al camión de tour, mucho menos tocar en vivo. «Voy a unirme a la Cruz Roja» estaba más preocupada por lo que podía hacer para ayudar en ese momento, hasta que después se dio cuenta que no podía hacer nada. «En verdad no puedes darle dinero a todos, especialmente porque no tengo todo ese dinero; pero espera, hacemos música, eso no se va a ir y es lo mejor que podemos hacer sin ser expertos en algo más.»

Mientras siga respirando seguiré haciendo música y eso es lo importante. Habrá otras personas que necesiten de nuestra música y se lo vamos a dar.

The Other Side of Make-Believe se creó en ese momento, cuando se dieron cuenta que lo mejor que podían hacer para las personas es crear música que los hiciera sentir mejor, que los hiciera sentir como si no todo fuera a terminarse. Nació de la esperanza pero también del miedo y es un álbum de cambio, transformación y metamorfosis.

Ahora veo a las personas de manera distinta, cualquier sombra de juicio que tenía se fue, porque por ese periodo, todos estábamos jodidos al menos en una base y de ahí todo se ponía peor. Eso me cambió.

Me encantaría que hubieran estado ahí, en ese pequeño salón de hotel. Que vieran la energía de Sam en todo momento, que rieran con nosotros y que pudieran escuchar lo que no puedo trasladar a este escrito. Sam es la cara viva de Interpol y muestra cómo es la banda en todo momento. Es por eso que esta plática, aunque corta, me deja pensando en lo que verdaderamente significa t hacer música con la gente que amas y admiras.

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