Este 28 de mayo Interpol brindó un entrañable concierto en el Palacio de los Deportes, que hizo vibrar a miles de fans, recordando viejos éxitos y presentando nuevos.
Elegantes y confiados, como una banda sólida y de gran trayectoria, Interpol se mostró frente al público mexicano como viejos conocidos, amigos de confianza desde aquel 2005, que con su propio caos en el WTC decidieron pasar al Palacio de los Deportes. 17 años y varias presentaciones después, el recinto los recibe con los brazos abiertos.
En medio de la oscuridad, bajo aquel domo de cobre, el sonido hipnótico de la guitarra de Daniel Kessler enciende los corazones de todos los espectadores, “Untitled” es la carta de apertura: el show ha comenzado.
“Evil” fue la continuación que nos llevó directo a la adolescencia, el tiempo es relativo; han pasado décadas desde entonces y parece que fueron un par de años.
Un concierto con anuncio de nuevo álbum, “Fables” el último sencillo lanzado previamente… una probadita de lo que se aproxima en el disco The Other side of Make-Believe, oscuro y reflexivo.
Rosemary, heaven restores you in life
You’re coming with me
Through the aging, the fearing, the strife
It’s the smiling on the package
It’s the faces in the sand
It’s the thought that moves you upwards
Embracing me with two hands
Evil
Paul, con un español que reconforta y acerca al público, se disculpó por la ausencia de Sam Fogeriano, debido a un problema de salud de último momento, presentando a Christopher, un amigo de la banda que se rifó como los grandes. Y entre luces rojas, azules y blancas Interpol hizo lo suyo, entregándose con mucho cariño a sus seguidores.
“Rest my Chemistry” fue la cima emotiva, gradas y pista se iluminaron con celulares para crear esa atmósfera estrellada: Tonight, I’m gonna rest my chemistry, todos poniendo a prueba nuestros pulmones cantando los coros y acompañando a la banda, pese a la fama del Palacio de los rebotes, nada importó tanto como entablar esa conexión con Interpol.
“The Rover”, “The New”… “C’mere” una bomba, una canción tatuada en el corazón de cualquier fan, climax total que se transmitía como sinapsis entre cada uno de los asistentes. Un clásico que marcó a toda una generación y que los posicionó a nivel mundial.
La banda sale del escenario, pero como es costumbre todos esperan ese pilón, el cierre definitivo, en medio del calor, aún con las luces apagadas, se escucha a la multitud gritando «Inter-pol, Inter-pol» aplausos, muchos “Te amo Paul” y ¡Boom! regresan para un encore que arranca con “Lights” magnífica en todos los aspectos, continúan con “PDA” y “Slow Hands”. En palabras del propio Banks: “Han estado fantásticos” ¿Nosotros? ¡Ellos!
La última y nos vamos
El público comienza a salir, pero algo se está preparando detrás del escenario… de pronto los gritos cobran fuerza: han vuelto. Músicos a sus posiciones “Not Even Jail” comienza a sonar. Los que ya habían salido, regresan corriendo atónitos para no perderse el gran cierre inesperado.
Finalmente, la banda se despidió agradecida “Mucho placer” y el placer es nuestro. Sabe cómo satisfacer a sus fans, la banda se mostró cómoda y contenta con los capitalinos, sabe que México es su casa y que siempre los recibirá con gusto, no importa qué tan seguido vengan, mientras no dejen de hacerlo.
Setlist
Por Claudia K. Sánchez
