Selecciono en Spotify el disco. In the cut, primer material del baterista Jake Najor y su proyecto como solista, The Moment of true. No ha pasado ni la mitad de “High Costa Living” y ya imagino un viaje en la oscuridad de la noche, la carretera, una fiesta en Cuernavaca; cuando lo mejor era la ingesta suprema del ácido, y escuchar Iron Butterfl y pacheco. Cada uno en silencio en su propio viaje. Nunca el nombre de una banda había sonado tan pedante y congruente al mismo tiempo.

Es así, brutal y fácil; una vez que llegamos a “Police Chase” ya estamos adentrados a la ficción bohemia de los sesenta; una persecución llena de luces, rock n roll, y psicodelia. Las demás canciones solo aumentan esa sensación de estar en otro siglo. Los nombres mismos de las rolas, como “Guantanamo Bay” o “Grab a Soda”, evocan cierta nostalgia. Sólo “Keeping Up” nos recuerda la escena actual donde hip hop…

No. Jake Najor, no es un improvisado de la escena. Es el tipo que hay que llamar cuando necesitas algo exacto sin tener que trabajar todo el día. Desde hace 20 años, ha sido percusionista para las distintas visiones de sus colaboradores, desde Raphael Saadiq, Joss Stone, Big Daddy Kane, De La Soul, Karl Denson, hasta Empire of the Sun. Sus tres otros grupos que fundó, Breakestra, Incredible Moses Leroy y The Styletones, le dan credenciales de alguien clavado en la industria.

In the cut, son treinta y un minutos de música fresca, fresquísima y llena de alma, que encuentra su cúspide en “Another Saturday” y “Funkin for Jamacha” en donde nos llevan de una tristeza aplastante al deseo inaudito de ponernos a bailar. El disco tiene groove, tiene cadencia, buen ritmo, y está bien producido. Ideal para trabajar, volar, viajar, o destruirse como en antaño. Son treinta y un minutos de vida, 10 tracks con ritmos originales que van desde instrumentales cinemáticos llenos de soul hasta jams de funk; mejor que un capítulo mediocre de Netflix.