Desde la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, Los Amigos Invisibles regresaron a los escenarios para hacernos mover al ritmo del funk, pop y llevar la “pura gozadera” ya sea a nuestros autos o la comodidad del sillón.
Como parte de la temporada de Autoconciertos: #DeTodosDepende, Los Amigos Invisibles se presentaron en la Ciudad de México posterior a su presentación en Monterrey en el Auditorio Pabellón M.
Desde la pantalla se podía observar el cielo de la capital nublado, mientras que una serie de automóviles se encontraban acomodados a lo largo de la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, algunos asistentes se encontraban con cubrebocas afuera de sus autos, esperando la llegada de la banda venezolana para una noche llena de Groove.
El escenario se iluminó de colores cálidos y uno a uno subieron Los Amigos Invisibles para comenzar con uno de los sencillos favoritos por el público: “La Que Me Gusta”. Enseguida, Julio Briceño gritó al público: “DF, fría pero siempre caliente por dentro”, y comenzar con el hit “Sueño Erótico”.
Desde el livestream, el juego de cámaras y luces nos hacían sentir en medio de un concierto presencial, sin quitar atrás que en momentos hubo efectos especiales que enriquecían la experiencia desde casa. En cuanto a la parte de audio, en algunas canciones hubo fallas al escuchar muy bajo a las guitarras y teclados, que fueron errores momentáneos en la transmisión.
El ritmo funk poco a poco fue prendiendo a la gente entre temas como “Qué Rico”, “Viajero Frecuente” y “Mujer Policía” hasta llegar con una de las canciones esperadas con un sample inicial de Daft Punk, la banda presentó “Mentiras”, donde se podían escuchar los gritos de fondo de los asistentes, mientras que en el escenario se veía una vibra enérgica que nos invitaba a bailar.
La noche llegó y la banda continuaba con un set en el que hacía un repaso de sus canciones clásicas como recientes pasando por “Espérame” y “Viviré para Ti” hasta llegar con el groove de “Eh Eh Oh Oh”. En un espacio, Los Amigos Invisibles pararon para interactuar con el público, alzando las manos en medio de una “lluvia” de claxons a modo de aplausos.
Los venezolanos cerraron la noche con “Disco Anal” y “Stay”. En poco más de hora y media de espectáculo, con más de 20 canciones en su repertorio, Los Amigos Invisibles nos volvieron parte de un espacio en el que el baile y la sensualidad nos dieron un break de la cuarentena para llenarnos del buen ánimo como energía de una de las bandas funky por excelencia en Latinoamérica.