La banda de rock alternativo formada por Brian Molko y Stefan Olsdal conocida como Palcebo, nos dio un concierto en el que quizás muchos esperábamos una bomba de clásicos y de los cuales solo se hicieron presentes algunos de los más conocidos “Song To Say Goodbye”, The Bitter End, Shout y Runnin Up That Hill.
Después de haber suspendido el año pasado tan esperado show, dos fechas fueron anunciadas, y los que pudieron asistir un día antes al Lunario ya venían con toda la sintonía. Habían pasado ya 10 años desde su última presentación así que podíamos esperar de todo.
El escenario se iluminó y una tenue voz se escucho a lo lejos pidiendo al público que durante la presentación no grabarán, simplemente disfrutarán del show, pues era un momento que no sé volvería a repetir. Nos dejo una experiencia que hace mucho no se sentía, un ambiente en el que realmente se transmitía el disfrute de todo el escenario y la vibra que lo rodeaba.
Y de repente todo comenzó con “Forever Chemicals” siguiendo por una de las más escuchadas del disco, “Beautiful James” así como “Scene Of The Crime” y “Hugz”, al finalizar Brian dedico unas palabras sobre lo agradecido que estaba de estar en nuestra ciudad y mostrando su dominio del idioma español, sin duda algo que no esperábamos, sin embargo, fue un momento que marcó la noche.
“Estamos en familia, esta canción es para mi hermano”
fueron las exactas palabras que nuestro Brian nos compartió para abrir paso a una de las canciones más sentimentales del disco: “Happy Birthday in the Sky” palabras que abrazaron al público para llenarlo de empatía.
Mientras se preparaban para las canciones más tranquilas y algunas de tiempo atrás… ocurrieron un par de inconvenientes en el sonido del piano blanco que los acompañaba, por lo que se vieron sujetos a compensar dicho falló con la revelación de que la grabación que se llevaba acabo en el show sería parte de su nuevo video.
En la espera que Placebo reanudará el show, las personas de alrededor comenzaron a encender la luz de sus celulares y a formar una ola. No estamos muy seguros pero alguien del fondo comenzó a cantar “Cielito Lindo” esperando que lo siguieran en coro, pero siendo sinceros eso no pasó. Después de unos 15 minutos de un paro total, Stefan tomó el micrófono para contarnos que seguirían con el concierto y que al final serían interpretadas las canciones que tenían el acompañamiento del piano.
Y lo que siguió fue un público emocionado de escuchar un poco de Placebo del pasado. Aún que claro, ellos no olvidaron que debían darle el plus a su nuevo disco Never Let Me Go, lo cual fue muy entendible.
“The Bitter End” era una de las rolas más esperadas de la noche y logró que incluso las personas sentadas en las gradas se levanatran y a todo pulmón la cantarán. Un momento muy épico y que seguramente quedara guardado en las mentes de Brian y Stefan.
El momento del final se acercaba y Placebo quería cerrar con uno de los covers más escuchados “Running Up That Hill” original de Kate Bush, con el cual al terminar nos dedicaron un gracias completo, reverenciando hacia el público.
Una noche que guardaremos con mucho cariño, pues muy a pesar de que los clásicos no fueron la cereza del pastel, si que nos dedicaron letras nuevas llenas de ritmos dignos de Placebo.
TXT: Pau Munive