Fotografías: Ma. José Sánchez
Poppy se presentó en el Plaza Condesa. Algo raro, ya que es un recinto con un status ya definido para cierto tipo de bandas y bueno, Poppy siempre cargará con el estigma de ser una youtuber para bien y para mal. Pero esa youtuber que hacía videos largos diciendo su nombre muchas veces, por mucho tiempo, mientras mira directamente a la cámara. Juntando de paso millones de suscriptores y todavía mas millones de vistas, vino a México para presentar su primer LP Poppy Computer.
Eso explica porque la audiencia del plaza era tan campechana. Aunque había su buena dotación de Gen Z -esos que comen detergente para pasar el tiempo- con sus papás, y los que no sabían en lo que se metían, más todos los godínez, millennials viejos, millennials jóvenes, metaleros y unos de que de plano compraron en la reventa en 100 varos y dijeron pues va. Entonces poco más de la mitad del foro.
Pero esta mitad, eran fans de huesos colorado, esos que verdaderamente entienden a Poppy. Coreando su nombre desde 15 minutos antes de la hora marcada. Que al final no era tan extraño, es alguien que entiende perfectamente cómo funciona el Internet, para los nuevos tiempos de donde todos estamos conectados 24/7. Eso no asegura un buen show o algo parecido.
El resultado la verdad es sorprendente. Había un artista en el escenario. Presentando no solamente un disco de electropop -el mejor disco que el dinero puede comprar- que es un resultado coherente con los tiempos y con el personaje, que mantiene a cada momento en el escenario. Nunca pierde el personaje, algo que en estos días es verdaderamente impensable -algo que en sus entrevistas también hace-.
Acompañada como siempre por Titanic Sinclair, que siendo sinceros, aquí es mas un pone play que un Pharmakon, más al maniquí, que suele acompañar en las giras. Tocaron del track 1 al track 11 de corrido, con algunos singles intermedios, con el asombroso hecho de que el primer track, nunca se escuchó la voz de Poppy de lo fuerte que cantaba el público. Los godínez, los que parecían perdidos, los gen z, los millennials -los únicos absortos fueron los papás… mismos que fueron los únicos en utilizar la barra-.
A cada palabra cantada correspondía algo de coreografía, además de demostrar que no estaba haciendo playback, demostrando que esa voz nos es tan producto del autotune como muchos pensábamos. Con personalidad en el escenario y con el manejo del público. Hay que aclarar que no es Madonna, o algo por el estilo, si influye, las -honestamente- pocas expectativas.
Es como ver a Hatsune Miku en carne y hueso. Es ver a todo un personaje, todo un trabajo conceptual, las letras, la imagen, la música. Se habla mucho de Sinclair como el cerebro atrás de todo esto, pero el trabajo que realiza Poppy, es de las cosas mas comprometidas que se han visto en un rato -porque tuvo gira mundial y toda la cosa-. Demostrando que puede existir afuera de Youtube.
