Por Saraí Arteaga
Tuvieron que pasar cinco años para que Quiero Club sacara un nuevo material discográfico con canciones inéditas. Desde el 2013 con El techo es el suelo que no producían nada nuevo, a pesar de lanzar Diez en 2014, este fue una compilación de sus canciones más populares para celebrar una década juntos.
En julio de 2016 Priscila González, Luis Fara, Boscop Benavente y todavía Marcela Viejo, dieron un adelanto de lo que sería Oportunidad de Oro con el single “Teorías” el cual, a un ritmo lento pero bailable, habla de dejar de lado los malos pensamientos y ser libre. En abril del año siguiente lanzaron el track homónimo del disco, el cual habla de una ruptura que, aunque no era deseada, se convertirá en una oportunidad de oro.
Siguieron con “Millones”, producida por Heriberto López. Esta es la primera canción que lanzaron tras la salida de Marcela del grupo y combina un poco de rock tradicional con sintetizadores, siendo mucho más movida que las dos anteriores.
Finalmente, en octubre pasado salió el último single de este LP, “Esperar”, una de las melodías más lentas del álbum; es suave tanto en voz como en ritmo con sintetizadores envolventes de fondo.
A principios de este mes por fin pudimos escuchar el disco completo, el cual inicia con “No hay semilla”, una canción un tanto amenazante y cautivadora a la vez. “La gloria” es más popera con un ritmo tropical que invita a bailar. “Paso en falso” es como una canción despechada del nuevo milenio, muy danzable.
“Los cuatro puntos” es mucho más electrónica; mientras “Estado sólido” es pop puro. Cierran con broche de oro con “City Freaks”, la única canción del álbum con nombre en inglés y lírica mezclada entre ese idioma y el español, como solían hacerlo en sus LP’s anteriores.
Este cuarto álbum de estudio no es muy diferente a los demás en cuanto al fondo; tiene letras sofisticadas y mezclas de instrumentos bastante interesante, como lo han venido haciendo desde su primer LP Wof, pero en esta ocasión experimentaron con nuevos ritmos como el rock y un poco de techno, además de serle más fiel al español. La diferencia más notable es la ausencia de Marcela Viejo, quien decidió abandonar la agrupación después de 12 años para comenzar su carrera como solista.
