Foto: tomada de Facebook oficial.
Seguramente a más de uno sorprendió que para la serie de conciertos que Metallica lleva a cabo en la Ciudad de México Iggy Pop apareciera en los carteles como invitado especial, en qué acto aparecerá, cuál va a ser su papel y qué show nos va a presentar son cuestiones que a ciencia cierta aún no conocemos, es por eso que estamos convencidos de que aquellos que estarán presentes serán muy afortunados de ver a una de las figuras consagradas en el olimpo musical, si es que existe uno.
Hablar de James Newell Osterberg, Jr, va más allá de recordar su pasado lleno de drogas, Bowie, guitarrazos o de sus éxitos con The Stooges.
Incluso, las colaboraciones como las que hizo con At The Drive Inn, New Order, en su más reciente material, o la maravillosa entrega que hizo junto los Teddy Bears en el lejano 2009, en la que pudiera decirse que la letra está escrita para que alguien de sus características entonara esta entrega. “Cause I’m a punkrocker, yes I am. Well I’m a punkrocker, yes I am”, pueden pasar a segundo plano.
Lo que nos interesa explorar son las diferentes aristas que entrega en sus shows y discos desde el inicio de su carrera hasta la actualidad.
“Search and Destroy” y “I Wanna Be Your Dog”, son piezas representativas del inicio de esta leyenda viviente de la música, en ellas encontramos ese sentimiento de autodestrucción, letras crudas que expresan el sentimiento de cualquier joven con ideas revolucionarias agobiado por sus problemas. Sin embargo, el escuchar el sonido crudo -no como el quería- las guitarras, los remates de la batería y tener a David Bowie detrás de este proyecto hacen que la mezcla sea homogénea, del agrado de muchos y una fórmula que no caduca. En este apartado, el blues jugó un papel importante en el crecimiento musical de Pop.
Los últimos años de los setenta llegaron y con ellos un cambio, el solista que conocemos hoy en día nació de la mano de un David Bowie que creía plenamente en la esencia del nacido en Michigan, Estados Unidos.
En su primera entrega, The Idiot, su sonido garage, rock y punk quedaron un poco de lado, la influencia de Bowie se penetro demasiado en esta producción entregando temas como “Nightclubbing” y “Tiny Girls” que, para algunos críticos fue evidente la mano de su amigo.
Posteriormente, Lust for Life, vio la luz, en él se encontraba la icónica canción “The Passenger”, que hasta nuestros días sigue amenizando fiestas, bares, y hasta la han llevado a la pantalla como parte de soundtracks.
Eso por tomar como ejemplo los primeros materiales representativos de Pop y no es por desmeritar el trabajo en otras entregas.
Para la nueva era Iggy Pop presenta Post Pop Depression que, entre otras cosas, logró combinar las habilidades de Josh Homme y Dean Fertita, ambos integrantes de Queens of the Stone Age, y del baterista Matt Helders, de Arctic Monkeys.
En esta producción, que para muchos podría ser el último trabajo de Pop, denota la consolidación la carrera de un artista que ya le valió ser el número uno en la lista de Billboard, cabe señalar que es la primera vez que lo consigue en su carrera.
Notables, enérgicos con escupitajos, desfachatez y sin camisas, así eran las presentaciones que otorgaba este artista de 69 años, tal pareciera que la pila jamás se le iba a terminar, no obstante, el tiempo y los excesos ya le están cobrando factura. En su última presentación en Chile, la prensa especializada catalogó el show a la altura de las expectativas, pero con Iggy Pop “menos peligroso”.
Tal vez cada día que pasa su nivel de peligrosidad va disminuyendo, pero de algo deben estar muy seguras las personas que asistirán a alguna de las fechas de Metallica, ustedes verán algo que posiblemente no se vuelva a repetir en muchos años. Y si algo nos dejó el 2016 con tantas pérdidas es disfrutar a estas leyendas que aún tenemos en vida.