Linkin Park siempre fue la banda del nü metal, que no estaba en ese grupo de amigos. Parecían estar algo alejados de los otros nombres pesados de la escena como Korn o Papa Roach. No iban realmente de tour con ellos, más bien en su círculo de amistades estaba Jay Z. Ellos fueron los que siempre intentaron hacer algo diferente desde mucho antes. Siempre estuvieron adelante de la evolución de las bandas.

Lo que sí comparten son esas ganas de quitarse la etiqueta de un género musical, algo que también ya varios intentaron. Por lo que han pasado de eso al metal alternativo, algo mas electrónico, incluso toques de progresivo. Sonaron incluso más pesado cuando Rick Rubin los producía.

Ahora, con el lanzamiento de su séptima placa, con Mike Shinoda y Brad Delson a cargo —Chester siempre ha sido solo el rostro del grupo— y a poco tiempo de una entrevista donde Bennington le pedía a los fans que dejara ir el Hybrid Theory. Les pide que dejaran ir el disco que los mandó directo al estrellato, que los puso hasta arriba del genero y vendieron una cantidad enorme de copias. Uno de los argumentos, es que es mucho de adolescentes enojados, esa «teenage angst», muchos reales, muchos first World Problems.

Por eso con One More Light se esperaba un disco mas maduro, tanto musical, como líricamente. Una banda que ha pasado por mucho y se ha sostenido que es lo mas importante. Ahora, la pregunta con este disco es si lo lograron. Tristemente algo sencillo de responder: no.

Desde el track uno, «Nobody Can Save Me», no sabemos por qué la queja de que «One Step Closer»salió cuando Chester tampoco era un adolescente. Y para que las letras siguen en la misma dirección. Si este verso del primer track, le dices a un fan promedio que es de un sencillo del Meteora…, no lo creería:

«But nobody can save me now
I’m holding up a light
I’m chasing out the darkness inside
‘Cause nobody can save me»

«Talking to Myself» o «Sorry for Now» siguen el mismo camino. No sería algo tan grave o tan notorio, sin los comentarios del vocal.

Musicalmente es lo mas difícil, de todo lo que han hecho. Es indudablemente un disco pop. Atrás quedaron esos tiempo donde ser trve era todo, ahora la capacidad artística es mas importante. Por eso es tan decepcionante. Cuando lo acabas de escuchar, solo piensas: «meh».

Desaprovecharon tal vez por miedo a que los vuelvan a etiquetar. Pero después de ver cómo las listas del Billboard están llenas de raperos con estrellas pop, esto queda perfecto para llevar lo que Chester y Mike saben hacer. Esa combinación de voz que tiene la banda siempre ha sido una de los grandes puntos altos que desarrolla. No está de más que Shinoda vuelva a tener esa responsabilidad que ha dejado de lado.

Lo malo no es hacer un disco pop, lo malo es hacer un disco sin gracia, un disco que suena plano. Parece ser que en ese querer reinventarse perdieron el rumbo de lo que podian lograr. De repente suena como si the Chainsmokers o Coldplay fueran rudos, nada más lejos de sus capacidades. El testamento de su legado ya está. Esta vez simplemente no lo lograron: