Fotos: Óscar Villanueva Dorantes (OVD) / Cortesía
Lunes 6 de mayo. LUNES. ¿A quién se le ocurre dar un concierto en lunes? Mejor dicho ¿A quién se le ocurre iniciar una residencia en LUNES? Bueno, los lunes no son tan malos, pero ver tantos capítulos de Garfield y la vida laboral me han arruinado los lunes para siempre.
Creo que para los franceses pintan diferentes los inicios de semana y fue por eso que Phoenix decidió iniciar su residencia en México este día. La primera de tres presentaciones en El Plaza, tres shows que se anunciaron sold out desde hace días y una gran manta a la entrada que rezaba en letras grandes y rojas «Phoenix, Ti Amo, Mexico City». Así iniciaba la noche.
Una hora antes del concierto, los fans de la banda francesa arribaron al recinto de la roma, la merch no oficial se vendía, no como pan caliente pero sí muchísimo más barata que la oficial. Tazas, stickers, playeras no oficiales del tour… casi todo lo podías encontrar afuera, mientras que adentro una máquina expendedora vendía parte de la merch oficial, discos, pines, playeras con opción de pagar en efectivo o con tarjeta, bendito siglo XXI.
Lo curioso fue que una fila enorme se hizo frente a la máquina, muchos no sabíamos para qué era pero como en nuestro ADN está ser fanáticos de las filas, pues muchos se formaban sin preguntar. Ah qué bello perder tiempo antes de un concierto ¿no?.
Entre gelattos, chela y calorcito humano, los Rey Pila subieron al escenario. Me puso un poco triste verlos un tanto amontonados en el escenario entre los otros instrumentos y aunque la gente se prendiera más en las canciones viejas, tocaron impecable poco más de media hora y su warm up ayudó a encender el ánimo para recibir a Phoenix.
Cuando llegó el momento de ver a Thomas Mars y compañía, todo El Plaza retumbó y sí, lo digo en el sentido literal. El piso vibraba y las voces no permitían escuchar nada más. El show inició con toda la energía posible, en eso no hubo reparos. «J-Boy» fue la encargada de abrir la pista de baile.
Todos los asistentes estallaron en euforia, baile por aquí, gritos por allá y sudor en todas partes, ¿ya les dije que hacía mucho calor?. La energía no bajó, al menos dejaron ir un golpe enorme de ella en el inicio ya que «Lasso», «Entertainment» y «Lisztomania» se dejaron venir como puñetazo en la cara.
Después de mucho brincoteo y baile recordé la arrepentida que me di cuando los cambié por Green Day en el Corona Capital, tal vez me crucifiquen pero llegué cuando estaba Billie Joe Armstrong con un popurrí de boda o algo así. Era momento de redimirme y esperaba hacerlo EN LUNES.
«Long Distance Call», «Role Model», «Too Young» y «Girlfriend» fueron coreadas con precisión, era increíble ver cómo todos estaban desbordados por las emociones. Algunos introvertidos imitaban los tiempos de la batería en el aire, otros saltaban sin cesar, mientras otros como Christian Mazzalai veían desde el escenario con incredibilidad a la gente de El Plaza entregarse en cuerpo, mente y alma. Eso queridos, es la parte mágica de la música y sus lenguajes.
En algún momento de la noche, hubo una rifa. Sí una rifa en la que una afortunada, porque la ganadora fue mujer, pudo subir al escenario, llevarse un disco -espero que autografiado- y abrazar a Thomas Mars. Sí ella no creía en la suerte, estoy segura de que ahora será una mujer más esperanzada y si no, mínimo ya se tomó una selfie con los Phoenix. ¿Estoy feliz por ella?, sí. ¿La envidio un poco? También.
Hacia la recta final Thomas Mars comenzaba a acercarse al público, en «Rome», el vocalista se aventó la canción casi, digo casi porque no pasó la valla de seguridad, entre la gente que no dejaba de alzar sus manos para poder tocarlo. Al concluir, la banda se dio un break para darle paso al encore.
Después de una falla técnica, Phoenix comenzó a armar el final de una de las tres noches en El Plaza y una de las últimas fechas de su tour, que como dijo Mars durante el show, dejaron lo mejor para el final. Y yo creo que lo fue porque nadie recibe con esta emoción a flor de piel como lo hace el público mexicano.
«Fior di Latte», «1901» fueron las últimas canciones de la noche, bueno no las últimas como tal, ya que»Ti Amo di più» cerró la velada pero no con un toque nostálgico o triste, clásico de las despedidas, sino que concluyó como debía concluir una noche tan enérgica como esta, con un crowd surfin’ de Thomas Mars.
Phoenix nos dio una gran primera noche con toques muy íntimos y sobretodo muy esperada por sus fans que a pesar de ser lunes… ¿qué te decía de los lunes?
