Los metaleros son -somos- esa especie bien rara a la que nada les parece. El pasado fin de semana, fue el último concierto de Black Sabbath. La despedida después de todo lo que han hecho y les ha pasado, y no faltó aquel que dijo, «que ya tenían que retirarse hace mucho», «que están sobrevalorados» y los que son la gran mayoría (detractores y fans), «que sin Bill Ward no es la banda».
Parece ser que los metaleros siguen inmersos en la cultura de hace 20 años y no permiten que el sonido evolucione y quieren lo mismo. Ese tratamiento han sufrido bandas como Isis The Band —sí, esa que tuvo que cambiar su nombre porque el grupo terrorista islámico tuvo la atinada idea de elegir el mismo nombre—, por parte de las demás bandas y de los fans. Por que eso no era «Metal», porque no eran True.
Teniendo cuatro álbumes que fueron parteaguas en el Post Metal —el género al que fueron etiquetados y confinados— entonces no merecían estar ahí… con las bandas de siempre. Antes de seguir, denle play, para seguir leyendo.
A Mastodon le ha pasado algo similar, a Gojira también, por no sonar a lo que debería sonar el metal —aparentemente todo igual—, aunque estas bandas sí han logrado asentarse dentro del gusto del respetable y dentro de la crítica. Hasta a los Grammy han estado nominados… aunque Mastodon perdió Best Metal performance con Tenacious D. Neta.
Ahora, la banda que siempre hace a todos enojarse por una variedad de cosas, como: «vendidos» —esto nunca lo he entendido. Quieren solamente conocerlos ellos, quieren que vivan en el underground siempre, les molesta que hagan dinero. Esta duda generalizada, no solo de esta banda— «que han cambiado», «que se han suavizado», «que nunca fueron y solo son sobrevalorados». Y de las favoritas: «porque ya no suenan como antes», «cambiaron su sonido»… ¡¡ por que se vendieron!! —gritó de alguien al fondo—.
Metallica, la banda que les encanta decir «que les caga», pa’ quedar bien. Ahora les ha dado otro pretexto. Un dueto con Lady Gaga, en los Grammys. Qué injuria y perjurio. Qué calamidad y qué escándalo. La banda que no les importa les levanta ámpula. Algo que nunca he entendido, ese «like» que tienen en Facebook para enterarse y quejarse a gusto.
Es como esos que solo siguen al «Sopitas» para decirle que está gordo. Porque después de tanto tiempo en Internet, hasta para ser Troll, ya hay que echarle un poquito más de ganas y ni siquiera es por defender a nadie, ni al «Sopitas», ni a Metallica.
Pero el metalero se queja de que Slayer y Anthrax siempre suenan igual, pero que ni se le ocurra a Rob Halford decir que le gusta Babymetal, por que eso no es para nada metal, como si supieran más de metal que Rob Halford. Por él estás vestido todos los días, como de seguro él luce.
Son los mismos metaleros los que se tomaron muy en serio esta columna, que se van a enojar porque defendí a Metallica a pesar de ser una mierda, porque van a pensar que me gusta Lady Gaga —que algo innegable es que sí canta, y no por el medio tiempo del SuperBowl, que Tony Bennet le de esa venia, no es casualidad—. Pero son los mismos que se toman todo en serio.
Willie todavía tiene razón.