Por Verónica de la Mora
Con aires a los 60 y algunos destellos de psicodelia fusionada con ritmos como: el bossanova y folk; Salvador y el Unicornio nos lleva por un viaje hipnótico, en el que cada canción es una historia diferente, siempre guiado por el amor y la melancolía en su primer álbum titulado: Madre Mía.
Salvador Sahagún es un músico tapatío que migró a L.A desde temprana edad para descubrir su pasión por la música, hasta regresar a México donde lanzaría su primer EP: Agua de Coco, de la mano de Pipe Ceballos (Zoé) en 2016.
Con el paso del tiempo, el músico ha logrado formar un estilo particular en el que los compases pausados de canciones como: “Amada”, “Calma” o “Caminando”, nos transportan a espacios como la playa, bajo las distorsiones de guitarras.
Madre Mía, es el primer material de larga duración de Salvador y el Unicornio bajo el sello de Discos Panoram, así como Universal Music. En este álbum contó con la colaboración de Silver Rose para la canción: “Calma”.
Si las olas vuelven ven, que un día volveré (…), con estas líneas de “Amada” abre el disco, que sirve como una buena introducción al viaje que va creando el músico con temas movidos, que a lo largo del álbum se transforman en canciones con mayor energía. Todo bajo ritmos suaves que son marcados por las maracas y guitarras distantes junto a la voz del tapatío.
A través de 11 canciones, Salvador crea atmósferas que nos remiten a imágenes e incluso historias acerca de diferentes temas y vivencias del compositor, ya sea un paseo por Guadalajara, recordar a una “Mexicana” de ojos azules o cantarle a una chica llamada “Carolina” sobre el amor. En todo momento encontramos como base de las canciones el rock de los 60, jugando con diversos géneros como la salsa, bolero o bossanova.
Si lo que buscas es entrar en un mood tranquilo con ritmos experimentales, en los que encontramos una mezcla de géneros y ritmos latinos con letras sencillas (y en su mayoría románticas), Salvador y el Unicornio nos presenta Madre Mía, ¡Escúchalo!
