Con idas y vueltas, Marion Raw vivió una infancia aferrada a los audífonos que le permitían escuchar canciones que en cada momento la inspiraban a sacar su lado artístico. 

“Una película fue la que me impactó mucho cuando tenía ocho años, fue Cry-Baby de John Waters de 1990, porque era una versión rockera de Vaselina. Como no tenía el soundtrack, me ponía la película en VHS en loop… Ya de adulto, me di cuenta que esa estética tuvo un gran impacto en mi, también el jazz, por ejemplo Jessica Rabbit, me animaba a cantar así, a seducir así”. Fue por esta razón que Marion entiende la música de una manera más visual.

Así fue como Marion comenzó a explorar su lado creativo en las artes visuales, que en ese momento ya tenía una sensibilidad que le permitió explorar temáticas diversas como la identidad, la familia y la búsqueda del amor. “Siempre fui muy curiosa, con mis hermanos hacíamos videoclips, conectábamos la cámara a la tele… De ahí siempre dibujé, escribí, era otra época, la tecnología no tiene la presencia que tiene ahora”. 

Después de explorar diversas ramas del arte, Marion comenzó a darse cuenta que a través de la escritura, acompañada de ciertas melodías, podía expresar sus más profundos sentimientos.

“La realidad es que yo sufría de muchos ataques de pánico, podía llegar a tener hasta cuatro por semana. Lo único que me calmaba era cantar y tocar. Cuando me percaté de eso, lo empecé a hacer más. Hasta que me dic junta que quizás mucha de la ansiedad que sentía era porque no estaba viviendo mi vocación”. 

Una vez que Marion comenzó a compartir su música, una nueva realidad la envolvía. “Hacer música es confiar en algo más allá de ti, es como una religión. La parte de sentarme a escribir y componer no radica dentro de una lógica, cuando lo hago a través de un raciocinio de tengo que, es mi peor trabajo. Pero cuando es realmente parte de una práctica diaria, sin ningún fin, salen cosas que al final son universales”. De esta manera, Marion logró conectar con su público de una manera muy honesta. 

Su más reciente sencillo “Lloro” es el punto más vulnerable que hemos visto de la artista. “La escribí a raíz de una ruptura. Lo que me pasa es que me pasan estas cosas de catarsis y luego lo ordeno a una cuestión más práctica, el lado emocional ya quedó ahí, para poder hacer algo emocionalmente vulnerable. Hay una parte de orden y dirección para saber qué hacer con eso. Yo confío siempre que es el momento de crudeza, de catarsis, que se conserva en una cápsula, pero todo lo otro, no tiene nada que ver con ese inicio, es una fuerza contraria”.

Para deleite de sus fans, Marion Raw forma parte del maravilloso cartel del Festival Marvin Gateway, los próximos 25,26 y 27 de mayo. “Lo más importante para mi ha sido armar la banda, me tiene muy emocionada porque ahí se va a ver culminado el esfuerzo de varios meses de trabajo. Mantener la dinámica como un juego y que no se vea como un trabajo es el gran reto, para mi ha sido muy importante conservar ese espíritu juguetón a la hora de colaborar con otras personas”. Marion prepara buenas sorpresas para sus fans. 

“Mi ritual antes de subir al escenario es recordarme que no estoy en peligro, que es otra la razón por la que estoy ahí, para evitar nervios, que me suden las manos, que me dé temblorina. Aparte no es miedo, es emoción de poder salir a conectar con las personas”. 

Recuerda que puedes registrarte aquí para disfrutar el Festival Marvin Gateway.