Fotos: cortesía de la banda
Tener muchas banderas es tener una sola: la diversidad es un sello que pocos pueden portar, pues la capacidad de ser todos y ser uno solo a la vez es complicado. Complicado en este mundo donde se exige clasificar y poner nombre a todo lo que se percibe por los sentidos, incluso a aquello que nunca se llega a comprender completamente. En la música que se hace en México son todavía menos los que disponen y usan sabiamente este talento, pero Monstruos del Mañana deben ser un ejemplo sui géneris. Nadie se deje engañar: detrás del nombre de las rolas que hacen hay más allá de lo evidente, pero todo es parte de un cúmulo de voces que se combinan al unísono.
Su más reciente material son tres sencillos: «Los Ahogados», «Tenquén» y «Cienfuegos», que forman parte de un álbum, su primer material de larga duración, llamado también Tenquén. Para comprender qué hay detrás de las inesperadas combinaciones sonoras de esta banda originaria de la Ciudad de México, platiqué con el vocalista, tecladista y compositor de este aún naciente proyecto; Rodrigo «El Roy» Martínez.
No privarse de nada
El mar es añoranza. Pero no siempre lo fue. Para Monstruos del Mañana llegar a hablar de la tristeza, el estrés y la melancolía disfrazada de fiesta —resultado que logran en los tres sencillos anteriormente mencionados— fue el resultado de reflexión. Su primer EP, Tropical Dystopia (2016) fue un esbozo de creación musical. Un primer paso hacia una búsqueda más sincera. «Fue una exploración personal, más honesta y más directa», explica Rodrigo, para quien cambiar el idioma de inglés (como lo hacen en este primer EP) a español es resultado de este proceso.
Ahora nos encontramos con un quinteto (Enrique Provencio, bajo; Melisa Castellanos, voz y percusión; Nicolás García Lieberman, voz y batería y Claudio Aguilar, guitarra) renovado, luego de un reajuste en su alineación, que no le teme a la experimentación, por más extraña que pueda parecer. «Seguimos en búsqueda de nuestro sonido, claro. Sin embargo se trata más de no privarse de nada». Este mismo proceso atañe al proceso creativo: si bien Rodrigo y Nicolás son parte importante en la composición de la banda, lo que más le llama la atención y le agrada es la constante colaboración. «Cuando uno trae una rola, lo padre es todos ayudar al creador a darle una forma. Los sonidos se van dando y al final el resultado es el mejor».
Aislamiento: los nuevos sonidos
«Intenté aislarme pero no logré salvarme»
Rodrigo está convencido del poder de la soledad. El aislamiento da pie a la reflexión. «Lo complicado es escarbar en uno mismo y reconocerte vulnerable. Pero luego de esto viene el ejercicio de explicar esto. Yo quisiera que la gente que escucha a Monstruos del Mañana pueda identificarse». No se habla de la tristeza y soledad adrede, el mundo ya es así sin canción alguna, lo que hace el proyecto es hacerlo bailable. Producir el mismo efecto del sabor agridulce, pues así es la vida; lo queramos o no.
Llama la atención que en los más recientes sencillos haya un sonido más concreto respecto al EP anterior, pero no se espere escuchar a un género musical definitivo. Como parte del juego, ellos han aportado incluso el nombre de esta creación: el post-apocalyptic tropical garage. La concreción sonora deviene de que pese a las inconsistencias, la ejecución musical es única. Tomemos de ejemplo «Cienfuegos», luego de mantener un sonido (nada claro respecto al género) entre electrónico y cumbia se pierde para al final ser reggae. Es sorpresivo, agradablemente inesperado.
Todo forma parte del proceso antes descrito, donde todos ponen una parte. Por eso hablar de la soledad, el aislamiento o la tristeza se tiñe de otro color por las combinaciones sonoras de cumbia u otros ritmos tropicales.
Aprendices de cartografía
Tenquén, próximo a estrenarse el mes entrante, tendrá una listening party el viernes 27 de abril en el Squash 73. Será la primera vez que se escuche todo el álbum. Pero ¿qué secretos contiene su característico nombre? Es una metáfora. Es un lugar imaginario, más concretamente una isla. Permítasenos hablar de nuevo de isla (que comparte raíz lingüística con aislamiento), pues cada canción tiene el nombre de una. De manera literal, este material de larga duración es un archipiélago. Cada canción posee los sonidos de la zona geográfica a la que pertenece, así podemos esperar que «Charigüe» tenga referencias a Argentina o «Quitasueño» a Colombia. Podemos decir, incluso que Monstruos del Mañana son, ahora sí figurativamente, un conjunto de islas en cuanto que cada integrante tiene su propio contexto y delimitación
Pero eso no es todo ni queda en la metáfora. Como parte del arte del álbum, cada sencillo ha ido develando trazos que corresponden a los mapas de estas islas. Sin embargo, estos aprendices de cartógrafo tienen más sorpresas para sus seguidores en Instagram, pues a través de esta plataforma darán a conocer más de este mapa fragmentado.
Monstruos del Mañana se presentarán en el Festival Marvin el 19 de mayo. Rodrigo asegura que será «muy punk. Va a haber mucha distorsión». De lo que estoy seguro es que este archipiélago seguirá generando inesperados y agradables viajes