Por: Andrea Lea
El fanático del cine y la música pop, el controvertido y controversial, el ex vocalista del famoso grupo The Smiths, Steven Patrick Morrissey, está de regreso con su disco de estudio número trece como solista.
El álbum se titula I Am Not a Dog on a Chain y es la invitación perfecta para conocerlo en una nueva faceta que exhorta también a que todos los que se habían alejado de él y su música, lo reconsideren y escuchen esta propuesta que, contra todo pronóstico, es bastante diferente a todo lo que se conoce hasta ahora de Morrissey.
El primer sencillo con el que se tuvieron noticias del disco fue «Bobby, Don’t You Think They Know?», que fue una presentación muy bien lograda de esta producción discográfica porque suena un atrapante dueto de voces con nada más y nada menos que la leyenda Thelma Houston, una fusión de sintetizadores y culminaciones de solos de trompeta y guitarra.
Aunque la recomendación general en el arte es siempre separar al artista de su obra, se hace difícil en este caso porque al reflexionar sobre el contexto social del Reino Unido en este momento, la situación de contingencia en todo el mundo, el pasado controversial de Moz y letras como «What Kind of People Live in These Houses?», la verdad es que resulta prácticamente imposible no pensar en si las letras de este disco tienen un mensaje político además de la ya conocida y esperada misantropía del cantante.
«Love Is on Its Way Out» es la segunda pieza del disco que se presenta poderosa en sonido y acogedora en su temática de un mundo al que le falta amor.
Además de todos los elementos musicales que añaden novedad al proyecto de Morrissey, también hay que reconocer la presencia de los elementos que ya forman parte de su sello como sus características guitarras, el uso dinámico de la voz del cantante y la melancolía que forma parte de la esencia de sus composiciones.
«I Am Not a Dog on a Chain» puede sentirse monótono en ocasiones pero es claro que también apela a la intriga del oyente, emociona al escucha y sobre todo, abre el panorama de Morrissey a una nueva dimensión de experimentación y diseño sonoro como nunca antes en su carrera. El disco no es particularmente atrevido como para atraer a nueva audiencia, pero definitivamente es capaz de cautivar tanto a los fieles seguidores del proyecto como a los antiguos nostálgicos de The Smiths.
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