¿Necesitamos más festivales de jazz en la conflictiva Ciudad de México? La respuesta es un rotundo y casi por antonomasia SÍ, pero tal y como lo expuse en mi reflexión para el Eurojazz de este año (que puedes leer si das clic aquí) lo importante es la calidad y no la cantidad. Como parte de la oferta cultural de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y con apoyo de la Casa de Colombia, el Centro Cultural y de Visitantes El Rule será la sede del primer Festival de Jazz de la Ciudad de México, Neuman. Lo más probable es que sea la Plaza Gabriel García Márquez la que reciba a los exponentes convocados para este evento de cupo limitado y entrada libre. Esto me lleva a reflexionar, con lo que hasta el momento se sabe del evento, lo que podría ser este festival en su primera edición.
Lo más interesante es el recinto. El Rule se planteó como un proyecto pensado para ser un punto primordial para la vida cultural en el centro de la Ciudad de México. Dentro de su estrategia, y así lo señala la página web de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, este edificación que data a principios del siglo pasado tiene como motivo principal ser, entre otras cosas, un «lugar de crítica y reflexión acerca de la relación de cultura, arte y nuevas tecnologías». Al sufrir daños por el sismo de 1985, innumerables asociaciones e intelectuales han abogado por darle la concepción que actualmente tiene; por lo que la renovación de sus instalaciones podrán resultar agradables a los visitantes del Neuma. Una ubicación adecuada, pues por fin no se encuentra en el sur de la Ciudad y está al lado de la Torre Latinoamericana (Eje Central Lázaro Cárdenas, número 6).
Ahora bien, el nombre del festival no tiene claridad. Se le llama ‘neuma’ era un tipo de escritura musical que se utilizaba entre los siglos IX y XIII y que, por ser anteriores al sistema actual, se consideran casi indescifrables; pero también, en la retórica es aquello que se expresa por medio de movimientos, señas o interjecciones. Una acepción más se relaciona con el jazz en cuanto a los instrumentos de viento, la respiración o un soplo: neuma, tendría la misma raíz etimológica que neumático y neumonía. Con base en esto, el nombre, lejos de lo excéntrico que pueda parecer, puede pecar de pretencioso si es que no se define del todo en su line up.
Aunque en su mayoría son mexicanos, hay propuestas que vienen de Argentina y Panamá; lo internacional se sostiene muy débilmente pues la nacionalidad de las agrupaciones no determina en ningún momento su creación. Es más una aseveración forzada en el título del evento antes que un llamado a la diversidad o la injerencia de otros países dentro del festival. La curaduría no responde tampoco a cuestiones específicas, aunque cuente con tendencias hacia el jazz experimental (Hernán Hecht, Remi Álvarez), deja también un lugar para el jazz más clásico (Hans Ávila Latin Trio, Sattva Jazz).
Es indudable que la formación de los músicos en el cartel del Neuma es impecablemente institucional, con reconocimientos internacionales y una ejecución quizá intachable. El panorama no es malo, pero ojalá la gente sepa apreciar cada una de las propuestas y cuestionarse el porqué de las cosas: no hay que olvidar que es un evento financiado por el presupuesto público; la crítica y la reflexión no debería estar exento.
Ante todo, es de reconocer la importancia que se le da, una vez más, al jazz en nuestro país. Que el jazz nos bendiga
