Ha llegado a ser causa de controversia los cambios que el paso del tiempo ha logrado en la música de la banda británica de rock Muse, pues a lo largo de ocho álbumes de estudio entre 1999 y 2018, han pasado por una evolución que ha ido de un rock crudo hasta un pop rock lleno de sintetizadores y ritmos bailables pero nunca perdiendo su esencia de riffs largos y conceptos muy bien pensados.
Su público se divide entre los que han sido fieles a su música durante todo ese tiempo y los que de alguna forma se desilusionaron a partir de The Resistance, lanzado en 2009. De ese año para atrás, uno de los eternos favoritos es sin duda el legendario Origin Of Symmetry, el cual fue su segundo LP (2001) y mostró una tendencia orientada hacia el rock progresivo y el hard rock pero con un nivel de experimentación que los consolidó y captó la atención de muchísima gente. El título fue inspirado en un libro acerca de la geometría del universo y su perfecto balance.
En julio se cumplen dos décadas desde el estreno de ese material y Muse ha decidido celebrarlo con el lanzamiento de Origin Of Symmetry XX Anniversary RemiXX, una versión remezclada/remasterizada y actualizada del clásico completo, y vaya que no es un álbum remasterizado cualquiera, pues además del sonido mejorado, añadieron nitidez a otros instrumentos que antes no eran audibles o que pasaron completamente desapercibidos años atrás, logrando que algunas de las canciones parezcan una versión nueva, a pesar de que el productor, Rich Costey, aclaró a finales de mayo que nada fue re-grabado para editar este disco, sino que todo lo que escuchamos son cosas originalmente grabadas en el 2000 pero que estaban “guardadas” en el archivo de Muse. Algo que hace realmente la diferencia es el hecho de que ellos personalmente se sentaron a ver qué cambios podrían hacerle a cada canción y fue un trabajo que requirió mucha dedicación de escarbar en el pasado para hacer del disco algo que sonara a 2021.
Uno de los principales ejemplos de lo que tenían guardado son las cuerdas que el trío grabó en Abbey Road en ese entonces y que destacan ahora en “Citizen Erased”, el primer adelanto que nos dieron de este RemiXX, pues si bien mucha gente pensó que eran nuevas, sólo no habían sido incluídas en la primera versión. “New Born” y “Bliss” son dos tracks de los favoritos y más enérgicos del disco, y nos reciben con una batería potente e instrumentos que ahora podemos escuchar con una nitidez impresionante, como si se les hubiera quitado una capa de polvo de encima.
“Space Dementia” resulta una pieza extremadamente disfrutable, pues con la claridad actual se puede apreciar aún más el tétrico piano que la caracteriza y los agudos de Matt Bellamy, mientras que durante el segundo verso hay unas líneas nuevas de violines que por unos segundos aportan una dramatización extra que le viene muy bien a la canción. “Hyper Music” es una de las pistas menos populares del álbum pero de las que más nos ponen a saltar con las múltiples distorsiones de guitarra que suenan por todos lados y la hacen desordenada, combinadas con la línea base de bajo que desde entonces caracterizó al estilo de Chris Wolstenholme; todo esto es un ritmo muy adecuado para la temática de destrucción que tiene la canción y que en esta remasterización casi nos rompe los oídos, de buena manera. La consentida “Plug In Baby” se mantuvo natural y sin cambios.
Volviendo a “Citizen Erased” que es el track más largo y con más variaciones de ritmos y tiempos, muestra una calidad de sonido súper mejorada, sobre todo en la batería que ahora deja de sonar “hueca” y destaca mucho por su consistencia. Y como ya decíamos, las cuerdas recién agregadas en el outro recalcan el sentimiento de nostalgia. Cabe destacar que Origin of Symmetry fue un LP hecho para experimentar con instrumentos inusuales y había dos canciones en las que esto se resumía, pero en este RemiXX ahora se añade “Micro Cuts” a esa práctica con una línea base de clavecín (que tenían guardada desde 2001) que sustituyó a la guitarra original y le da un toque inigualable y fresco, a la vez que el solo casi al final lleno de subidas y bajadas ahora tiene unos sonidos muy misteriosos de fondo y está mucho más definido. Por otro lado, la icónica “Megalomania” y su órgano grabado en una iglesia, ahora tiene más claridad en la voz y las cuerdas que también provienen de la sesión en Abbey Road 20 años atrás. Bellamy y Dominic Howard declararon hace poco que es la que más tiene cambios en el aspecto de actualización del sonido (para que pareciera algo menos vintage) y que les encantó el resultado.
Su cover más popular “Feeling Good” también incluye una serie de esas cuerdas en esta nueva versión durante el primer verso y le dan un toque clásico pero dinámico a la vez. “Darkshines” y “Futurism”, van a la par con el tipo de remezcla hecho a “Plug In Baby”, sobre el que la banda dijo que consideraron un gran reto: el no hacer grandes cambios pero mejorar las mezclas originales que de por sí ya eran buenas, lo cual es algo notable en los riffs de guitarra que tanta energía le dan al álbum y que de verdad se valora, pues cuando un disco se hace por «primera vez», el trabajo de remasterización tiene una importancia enorme porque define el cómo lo va a escuchar la gente y por tanto, cómo lo van a recibir, y sin duda la banda se volvió a superar, por lo que estamos seguros de que este lanzamiento tendrá su segundo periodo de fama.
En 2001, Muse estaba en una época en que se daban el lujo de tener un sonido crudo y desordenado hecho de cierta manera “con prisa”, pero al volverse una de las bandas de rock mejor producidas con los años, ahora quisieron plasmar esta dedicación en este LP mejorado que sin duda es el Origin Of Symmetry del futuro pero balanceado con el Muse del pasado, y aunque es un estilo que probablemente la banda nunca volverá a tener porque siempre están en constante evolución, es una oda a la nostalgia que les viene bien a sus fans y nos recuerda el por qué siguen vigentes aún tras todo este tiempo.