Sí, ya sabemos que no es la primera vez de estos australianos en la Ciudad de México. Tenemos presentes las anécdotas de aquellos que presumen haberlos conocido antes que sus propias madres. Los vieron en Campo Marte en 2011 (ajá), 2013 y el escenario principal del Vive Latino, meses después en el ya extinto José Cuervo Salón. El punto es, que el show en el Palacio de los Deportes, más que mil expectativas o ninguna, lo que genera es intriga.

Un recinto famoso por su mal sonido. Currents, un álbum ovacionado tantas veces como se pudo y considerado como uno de los mejores de 2015. Un público que, bueno, probablemente no se sepa todas las canciones, pero de “Feels Like We Only Go Backwards”, sí pasa. Y aunado al éxtasis sonoro que podríamos recibir, no olvidemos el visual. Las drogas que ustedes se metan, no son parte del show.

Ahora, dejemos de lado hasta ese día el empeño de los técnicos en audio, y que la persona de al lado, o tú, no se sepan más que el coro de todas las canciones, enfoquémonos en lo que visualmente Tame Impala puede ofrecernos.

Sabemos de ante mano la psicodelia que los representa, desde la portada de cualquier disco, hasta el nombre de las canciones, y lo importante que es ilustrarlas acorde a lo que están presentando. No se limitan a un juego de luces que vayan a la par con los efectos sonoros, lo complementan con efectos visuales extravagantes, llamativos y nos atrevemos incluso a llamarlos mágicos, por muy tonto que suene, se crea una atmósfera de armonía perfectamente planeada y bien cuidada.

Finalmente, el setlist, lo conocemos ya, toda la gira han ocupado el mismo (puedes verlo aquí), la gran mayoría proviene de Currents –obviamente– y sorpresivamente en las presentaciones de hace unos días en Estados Unidos, incluyeron “Music To Walk Home By”, probablemente nos toque también.

¡Nos vemos el 8 de septiembre! 😉