Fotos por Emilio Sandoval
El concepto desarrollado por Sabo Romo (fundador y bajista de Caifanes) ha logrado tener una gira exitosa y sus presentaciones han dado mucho de que hablar. Dividido en dos fases, una eléctrica y otra acompañados de la Camerata Metropolitana, bajo la dirección de Felipe Pérez Santiago y el coro Euterpe. Sabo invitó a sus amigos a hacer lo que saben hacer mejor, pasarla bien.
El concierto dio inicio con Viento de Caifanes, donde Romo cantó acompañado de Gazú de Los Amantes de Lola en la guitarra, Chiquis Amaro de Neón y Fobia en la batería, y Arturo Ybarra de Rostros Ocultos. El sonido fue especial, sonaba como las canciones de las bandas pero con un twist y un groove diferente. Ver a estos pesos pesados del Rock Nacional tocar juntos, es como estar en una fiesta familiar y que tus amigos se suban a echar palomazo. Todo lo que hace 35 años jamás se hubiera visto en las fiestas underground.
Sabo presentó una lista de participantes como Leoncio Lara de Bon y los Enemigos del Silencio, Kazz de Los Amantes de Lola, Humberto Calderón y Sergio Santacruz de Neón, Piro de Ritmo Peligroso, Rafa Sánchez y Luis Bolín de La Unión, Marciano de Enanitos Verdes, Leonardo de Lozane de Fobia, Cala de Rostros Ocultos y hasta por ahí salió Paco Familiar y Lobito de Maldita Vecindad; lo cual no es decir poco, ya que prácticamente son los artífices de todo ese movimiento de rock y de amistad de los 80, en vedad el valor antropológico de este ensamble para muchos es invaluable.
Después de que termina la sección eléctrica, Sabo en tres risas, chistes y frases haciendo mención al tiempo que llevan recorrido todo este puño de músicos, presenta a la Cameratta Metropolitana y al Coro Euterpe, quienes brindaron la atmósfera y las armonías para resaltar la grandeza de las obras hechas por los músicos que se presentaron. Sin duda alguna, el apoyo de la Cameratta transforma las canciones dándole un aire épico y de una elegancia que no es congruente con la imagen de cabelleras largas y pelo frizzeado de la época.
Al final, todos entonaron un himno de aquellos tiempos, mencionando al gran ausente, el argentino Miguel Mateos con la canción «Es tan fácil romper un corazón», dejando sus respetos por la carrera de dicho personaje aunque eso no fue el final. Sin ningún tipo de tributo, ni alabanza, Sabo dijo que a este grupo de amigos les encantaría tocar una canción increíble de una persona increíble y cerraron el show con «Cuando pase el temblor» de Soda Stereo.
Gran show y gran ensamble por parte de los creadores, sin duda, un proyecto que vale muchísimo la pena si eres fan de la movida «Rock en tu Idioma» y de las bandas de los 80, 90, bueno, aunque también estaba por ahí el buen Piro Pendas que su Dangerous Rhythm fue por allá por finales de los 70´s… YA LLOVIOOOO!!!