Fotos por Carlos Saín

Ayer me dijeron algo que me dejó pensativo: “su generación (millenials) no tiene grandes íconos” y es que es verdad. No tenemos a un David Bowie, un Michael Jackson, un Nick Cave etc.

No los hay, podemos lanzar nombres como Jack White, Matt Bellamy, Kendrick Lamar pero no es suficiente, eso es claro pero, ¿es malo? Si bien no tenemos grandes estrellas, sí que tenemos muchas pequeñas y medianas, como en ninguna otra época, la oferta musical y artística en general es tan grande que a donde quiera que miremos encontramos nuevas propuestas, algunas más o menos interesante dependiendo los gustos. Nuestros queridos amigos que pertenecen a otra generación crecieron pensando en la necesidad de un líder, de un nombre que todos supieran, porque no podían llegar a muchas opciones como nosotros. No estamos faltos de un guía, tenemos muchos nombres y eso es lo que nos distingue, no buscamos protagonismo.

Todo esto viene a la plática, porque la noche del 7 de marzo de 2019 en el Foro Indie Rocks presencié uno de los shows más memorables a los que he tenido oportunidad de asistir, como encargo de esta querida revista. Rubio se presentaría como parte de la gira de promoción de su disco Pez, con una carga musical que a primera escucha colocaríamos en el género pop que, queramos o no, es el que gobierna estos años. No esperaba gran cosa de esta noche, pero ese sentir iría cambiando a cada minuto. Con esto compruebo que, sí, no tenemos iconos masivos, pero Rubio es de esas estrellas que son impresionantes y como ella, otras bandas quieren brillar con su propia luz.

Como estaba anunciado una banda telonera serviría de preámbulo para el espectáculo para mi sorpresa la banda en cuestión sería Rulo, un proyecto que ofrece música folclórica de Latinoaméricana, sonidos de Chile, Brasil, Perú, México etc. encuentran hogar en las letras y música. “Tu Misterio” “Aguacero” “Veleidosa” y “Río” fueron temas que pudimos escuchar con una maestría a la hora de tocar la guitarra que dejaba boquiabierto. Esta fue  la primer sorpresa de la noche, el estilo entre Rubio y Rulo es en apariencia muy distinto, el proyecto acústico de estos últimos contrasta con lo que se crearía minutos después.

Ya con los ánimos recuperados esperaba más y comenzó…

El lugar se llenaba de ese famoso humo y luces muy tenues en tonos azules se abrían paso, salía la banda liderados por Francisca Straube “Arboles” fue la encargada de abrir este show con una mística envolvente y esas luces que abrazaban a cada uno de los integrantes, la batería, los beats y la voz convivían de manera perfecta.

Poco a poco la intensidad subía. Otra luz, ahora en color rojo, se presentaba y los contrastes entre las dos luces complementaban a lo que mis oídos recibían, la voz me tenía atrapado en un onírico sueño, los efectos que Francisca le aplica son para volarse la cabeza, atinados, nunca sobrecargados y siempre refrescantes.

Llegaba “Coral” y un violín que no puedo escuchar en el disco aparece en este en vivo y alterna el protagonismo con la voz, apoyado con una pedalera y distintos efectos el instrumento se vuelve un monstruo imparable.

“Hacía el Fondo” “Luz” “Fabula” “El Tesoro” fueron algunas de las que pudimos escuchar. El público conectó con la banda inmediatamente, uniéndose a la atmósfera que se creaba en el lugar.

Como bien me comentaron Rubio es como meter a una licuadora a Massive Attack, Sinéad O´Connor, Madonna, Björk, todo eso más tintes de música étnica ya que podemos escuchar un sitar de la música india, un shamisen con el toque místico del Japón hasta el polémico ritmo de reguetón todo eso en un mismo espectáculo que al final resulta una delicia sonora incomparable. «Seres Invisibles» y «Las Plantas» cerraban de la forma más potente el show

Una revolución musical que se viene anunciando incluso por Matt Bellamy (Muse) donde las guitarras van perdiendo protagonismo y el uso de instrumentos electrónicos se abre paso. Así sí, si puede sonar como lo de esta noche, lo apoyo.

Hay que remarcar la labor de Francisca, es una artista en toda la expresión de la palabra, sabe perfectamente lo que hace y lo ejecuta de manera intachable, dirige a toda la banda, se deja llevar por cada nota, su voz con o sin efectos es un deleite, el espectáculo que tiene preparado es de un nivel increíble sin necesidad de grandes armatostes, unas cuantas luces le son suficientes para crear esa atmósfera que a todos encanta. Una de las grandes mujeres de Latinoamérica, con un conocimiento musical inmenso y con una habilidad impresionante eso es ella, eso es Rubio.