Por: Verónica de la Mora

«Si tan solo supiera por qué estoy aquí», más allá de ser el título del álbum de Sonic Emerson, es una cuestión implícita que hace el músico a quienes estén por escuchar, tan solo plantearnos un escenario o momento produce una experiencia inmersa que ambientan guitarras con progresiones frenéticas, cantos hipnóticos y loops difusos.

Originario de la Ciudad de México, Sebastián Neyra comienza en 2015 su proyecto en solitario conocido como: Sonic Emerson, quién estrena su primer álbum este 2020: Si tan solo supiera por qué estoy aquí. Habíamos tenido una probada de lo que Neyra podía hacer en 2019 con un EP de dos canciones, en las que empezábamos a perfilar el estilo del músico con guiños al shoegaze y krautrock con texturas que jugaban entre lo rudo y lo onírico.

El álbum es un compendio de experiencias sonoras que logran acrecentarse en el desarrollo del disco, hasta explotar un sonido experimental con elementos orgánicos que generan un mood tranquilo y alucinante. Cada canción tiene un lenguaje único, así como su narrativa. El disco conformado por 11 tracks comparte toques psicodélicos, cuya saturación combinada en distorsiones y voces pérdidas hacen este palpitar entre el rock–dreampop, en un viaje sonoro completo.

El track que nos recibe al disco es un intro, cuyo protagonista es una guitarra calmada junto a un sintetizador que nos pierden dentro de una atmósfera iluminada.

“Reflexiones” se convierte en una especie de “despertar” para plantear cuestiones que Emerson y cualquiera de nosotros ha llegado a encontrarse en un paseo dentro de nuestra mente (vida, fama, espíritu y más cosas por responder) con guitarras constantes y golpes de piano llega a una saturación de bajos con sintetizadores profundos.

“Hora que te cuenten” logra perdernos de la línea sonora planteada para llevarnos a ecos junto a riffs atascados que encuentran un punto de paz, con la base rítmica para cerrar en un espectro psicodélico. Poco a poco nos encontramos con ese aumento de energía llevado en un caos controlado en temas como: “Sobrepensar”, mientras prestamos atención a tonos inconsistentes pero acordes precisos en: “Todo lo que tu creas”.

“El Eco” se convierte en una de las piezas angulares de este disco, al ser frenética y plantear cierta elegancia en sus sintetizadores con aires post-apocalípticos, sin perder a las guitarras, claro.

Temas como: “El pasillo que lleva mi cabeza” o “Siempre Variable” recogen el aura del rock clásico -incluso algunos flashazos al rock urbano- con toques oscuros y dramatismo al final de cada una.

“Contratiempo” nos recibe como si fuera una sesión de jamm entre guitarra y batería, en sincronía con coros astrales que fusionan escenarios revueltos, invitándonos a abrir los ojos y decirnos: estamos aquí. Para cerrar este viaje, “El Hombre Ilustrado” cierra todas las reflexiones, ecos y pensamientos planteados en el álbum, siendo una canción más suave que decora con sonidos de lluvia.

Si tan sólo supiera por qué estoy aquí es un disco que es difícil de definir, cada tema es una experiencia alterna que lleva la tranquilidad de la voz de Neyra, así como las explosiones de guitarras saturadas junto a los eclipses psicodélicos dentro de los temas.