Un favor, queridos lectores: no confundan ni esperen que SEPTIMO DÍA una copia adaptada al LOVE, de The Beatles. Es verdad que hay ciertos aspectos que son similares, pues al tener que utilizarse para una puesta en escena como lo es un espectáculo de Cirque du Soleil, varias pistas se queden muy cortas respecto a la expectativa que se les tiene, como «Ella Usó, Un Misil»; un out-take de «Ella Usó Mi Cabeza Como Un Revolver». Sin embargo, hay que ser conscientes de los panoramas: Soda Stereo lideró como ninguna otra banda argentina —o alguna otra nacionalidad en el habla hispana—lo había hecho antes en la música. No es exagerar, pues, referirse a este mítico trío como un parte aguas en el rock en español. Es un contexto más reciente y más propio al nuestro, completamente distinto al cuarteto de Liverpool; incluso a nivel del espectáculo de la compañía circense.
La metodología en la mezcla de este álbum limbo —mal estaría decirle recopilatorio, pues son nuevas versiones, pero tampoco es una nueva creación en sí—, responde a la utilizada por Cirque para sus shows. Un entramado de out-takes, es decir, tomas alternas en sesiones de grabación; un remix de versiones oficiales que van de la mano con versiones en vivo. Nada fuera de lo común. Por lo mismo hay poco riesgo en ello y no se muestra del todo algo nuevo del trío. Cómo pretender contar una nueva historia (como se plantea en el show de Cirque du Soleil, con la historia de un adolescente que escucha Soda Stereo para sentirse libre) si no se escarba completamente y a consciencia en aquello siempre oculto, más allá de lo evidente. Ejemplo de ello, es que solo en «De Música Ligera» se escucha una intervención de Cerati de alguna sesión de grabación, una versión distinta de la gran canción. Pasa, incluso, desapercibida la participación en la producción de «Zeta» Bocio y Charly Alberti.
No puedo negar que es un llamado a la nostalgia. Este tipo de espectáculo tiene el sesgo sentimental del pasado. Nunca más veremos a Soda Stereo sobre un escenario, pero, ¿en verdad SEP7IMO DÍA – No descansaré, con todo el peso que tiene sobre los hombros, responde satisfactoriamente a la leyenda del trío argentino? Habrá que esperar al show, pues este álbum poco nos dice de la historia que Cirque du Soleil nos quiere contar. Musicalmente aporta poco, pero el espectáculo es prometedor y lo mejor es que Latinoamérica tendrá, por fin, acceso a este. Empezará por el Luna Park; no podría ser de otra forma, y concluirá en diciembre en nuestra Ciudad de México.
Creo que aún no ha llegado un buen homenaje, musicalmente hablando, de Soda Stereo; reitero, estas solo son nuevas versiones, como un collage y uno flojo. Nada más. Cirque tiene una gran responsabilidad