Muhammad Alí y los Beatles se parecían mucho más de lo que todos pensamos.
—Donde están esos mariquitas— preguntaba un joven Cassius al no ver al cuarteto, o ese grandioso pedazo de diálogo cuando se encontraron:
—No se ven tan tontos—, exclamaba Clay (al saber los ingresos de los de Liverpool)
—Pero tu sí— Lennon, el que siempre tenía que decir algo… sin importar si se lo decía al próximo campeón de pesos pesados del mundo y el mejor de todos los tiempos en el arte de subirse a un ring a golpearse contra otro ser humano.
Estaban de paso por Miami, en esa tumultuosa conquista a suelo norteamericano con Ed Sullivan, donde querían estar y hacer unas fotos con el campeón Sonny Liston, el experimentado y de mano muy pesada, no con un bocazas que esta abajo en los momios para ganar 7 a 1, otra vez en palabras de John, que acabó esto con su dentadura completa.
No creían entre ellos; el púgil decía que si esos eran los cabrones por lo que todos gritaban. Harrison se quejaba «donde chingados esta Clay»… como si hiciera falta que alguien más anduviera con la boca suelta aparte de John. Ringo el mediador como siempre.
Pero lo más importante, nadie más creía en ellos. Al norteamericano, lo ninguneaban, lo insultaban y ni siquiera era de la boca de Liston (el Campeón en ese entonces), las palabras eran de todos aquellos que no durarían más allá de lo que sonara la campana.
Los ingleses que fueron ninguneados por disqueras, porque el sonido de las guitarras ya a nadie le interesaban. De no ser por George Martin no tendríamos Beatles de ninguna manera. Eran vistos por todos como extraños con lo que querían hacer: tocar rock & roll.
Esa vez que se encontraron en un gimnasio de Miami, entre sparrings y managers fue el punto de inflexión para el mundo sin saber. Cinco de las figuras mas reconocidas de la humanidad (Muhammad Alí, es de los pocos que podían clamar que era más famoso que los Beatles… que eran más famosos que Jesús).
https://youtu.be/FrOYyeiJLMI
Los músicos de manera más elegante, el otro, boxeador de toda la vida. Uno de los más notables compañeros de andanzas de Malcom X, con esa filosofía que podemos llegar a la igualdad y a tener lo mismo, sin importar lo que se tenga que hacer.
Por eso el grande de Alí, no se mide en su récord. No se fue invicto, 56 victorias, 37 KO´s 19 D; 5 derrotas, 1 KO´s y una decisión. Esta lejos de lo que otros solo tienen para presumir. Pero el peleó contra los mejores. Liston, Frazier (3 veces), Norton, Bonavena, Foreman, Spinks y Holmes. De lo mejor que ha ofrecido los pesos pesados y el boxeo en general (muy diferente a otros actuales) y ni siquiera ganó todas. La pelea del siglo la perdió, aunque esa épica trilogía (eso si fue épico que ahora es un termino que se usa muy a la ligera) se la ganó 2-1 a Frazier.
No debe ser recordado por eso, ni porque fue pionero en que Don King armara las peleas que amarra con las bolsas que tenía (Mayweather tiene demasiado que agradecerle, cada vez que lo va para arriba), sino porque sacrificó eso por lo que creía.
Podías esta de acuerdo o no con la guerra de Vietman, con las ideales de Alí (con los ideales de Cassius pocos tenían problemas), pero dejó de pelear 3 años. Tres de los mejores años de su vida, de los 25 a los 28, cuando tiene tu pico físicamente más alto. Los cinturones y el dinero, valían menos con sus convicciones.
Muhammad Alí, el más grande boxeador de la historia. Una personalidad tan grande que vale la pena dedicarle un espacio en un lugar de música… porque además cantaba, mientras no se juntaba con sus amigos famosos o estaba frente a otros mastodontes con los que se ganaba la vida. Por fin, ya se puede juntar con Lennon y Harrison en el Olimpo… donde ellos pertenecen.