Stranger Things y el valor del Soundtrack

Una infección respiratoria me permitió terminar un pendiente que ya tenía atrasado: Stranger Things. Como toda serie de Netflix, el bingwatch le sabe mejor. Y sí, después de tardarme no sé cuántas semanas en subirme al tren, de andar por todas las redes con cuidado, por aquello de los spoilers, quedé sorprendido, ya que pocas cosas logran sobrevivir al hype.

Una de mis expectativas, tenía que ver con la música, con varios artículos, cientos de links de YouTube y de Spotify. Esto era lo que más me preocupaba, ya que eran canciones del soundtrack y no del score. Y poca gente entiende como hacer un soundtrack de manera correcta.

Por eso, varios soundtracks pasan con mucho más pena que gloria, como el de Fifty Shades of Grey, que tuvo a Ellie Gouldin y a The Weeknd entre los artistas y el resultado fue un rotundo meh. Porque al igual que la mayoría de los discos que dominan esta categoría solo son una compilado de canciones —sí, te hablo a ti Suicide Squad—.

Ya en los lejanos principios del 2000, cuando Mision Imposible apenas iba a por su primer secuela, tenía un soundtrack que para la época era badass, con Rob Zombie, Limp Bizkit, Metallica, Foo Fighters, Chris Cornell y Buckcherry entre otros. Ya con otros ojos, tiene el mismo problema, uno que nos demuestra que no es nuevo.

Hay muy pocas personas que saben elegir una canción para una escena, no es solamente la curaduría de las canciones, sino cual se va a integrar con la escena, qué canción me va a ayudar a decir lo que estoy tratando de decir.

Porque tenemos veces donde la escena carece de cualquier dialogo y la canción es lo que explica todo, como en la escena final de «El Graduado», mientras Dustin Hoffman va con la mirada perdida hacía el frente y Katherine Ross se limita a verlo con esa incertidumbre, antes de también perder la mirada al frente.

Otras veces, también es música instrumental, la que le da vida a otra escena sin diálogos. Apocalipsis Now tienen el mejor ejemplo. No por nada en todas las parodias o recuerdos de la guerra que se tienen por delante —o en los Simpsons… igual que en el ejemplo de arriba— «La Cabalgata de las Valkirias» de Wagner, sirve como el preludio perfecto de lo que se acerca (esta escena le ganó, pero no mucho a ese Napalm ambientando por «The End» de The Doors).

Pero hay alguien que siempre se lleva ese premio, al que mejor saber de soundtracks, tanto, que incluso ese respeto a al trabajo —que no podemos encasillarlo, porque dirige, escribe, se encarga de la curaduría de la música—de Quintin Tarantino, hizo que el Sr. Ennio Morriconne trabajara con él, porque el Oscar que ganó aquí no era necesario para darle más brillo a su carrera. Pero el señor Morricone hace scores y Tarantino el soundtrack.

La mejor pareja para aquellos que todavía tienen dudas al respecto. El score es la música que se escribe en específico para la película y el soundtrack es la música que se elige para la película.  John Williams para el score y Francis Ford Coppola como pudimos ver arriba para el sountrack.

Pero regresando a Quentin, sus canciones quedan exactas en sus escenas, que ya se han fusionado, y ya no se pueden ver de otro modo que no sea en particular de alguna escena. Hasta en escenas que pudieran pasar como «instrascendentales» (entrecomilladas a falta de una mejor palabra). La manera en la que abre Pulp Fiction, donde Hony Bunney y Pumkin se deciden a asaltar el restaurante donde se encontraban Julius y Vincent. Justo donde terminan su amenaza, se congela la toma empezando «Misirlou» de Dick Dale, difícil elegir entre tus películas la mejor en este aspecto.

Esto no solo es cuestión de cine, porque empezamos esto con televisión, la época dorada de la tele, desde que empezaron los Soprano —con eso grandioso intro cortesía de Alabama 3— hasta el levantamiento en armas de Netflix, hemos pasado por las mejores series que se nos puedan ofrecer.

Lo que significa que la música también se la toman muy en serio. El tema de Breaking Bad, podrá no ser catchy —y menos junto al de Games of Thrones— pero cumplía su cometido. Pero la música de cada capítulo estaba perfectamente cuidada. El último capítulo cerró por todo lo alto —varios inconformes como siempre— pero terminaba con Heisenberg ganando, después de hacer las pases con Jessie, después de vengarse de los arios, sabiendo que nunca iba a pisar la cárcel. Por eso «Baby Blue» de Badfinger quedaba como anillo.

Para cerrar esto, lo que empezó todo,  Stranger Things, la tenía un poco mas fácil. Limitar tu catálogo a una década o época definida te hace todo más sencillo. Al margen del soberbio uso de sintes, como en el tema, tenemos a la música como ente para describir personas, como todo el punk y new wave cada vez que tenían un escena Jonathan y Will; por eso «Should I Stay or Should I Go» juega un papel tan importante.

Pero aquí entendieron que la música tienen mas de un nivel de narrativa. El mejor ejemplo… la muerte de Barb. En la fiesta en casa de Steve, cuando Nancy tiene ese momento cliché, en el que pide privacidad, pero justo cuando el otro se va, lo llama para que la vean desvestirse, suena «Waiting for a Girl Like You» de Foreigner. Nada nuevo, es una canción que suena en estas escenas desde que salió la canción.

Pero también sirve para ambientar como el demogorgon esta cazando a Barb, justo al mismo tiempo que lo que sucede en la casa con Steve y con Nancy:

«There’s no where on earth that I’d rather be
Than holding you, tenderly»

https://www.youtube.com/watch?v=RfyNV9vTIrE

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