“Nos hundiremos en cincuenta años. Si es que no nos fundimos en una torre de brasas ardientes primero.” Es la predicción de Joshua Eustis, el productor estadounidense mejor conocido en el mundo de la electrónica lo como Telefon Tel Aviv. (O lo que queda de ello). Solo hay que apelar a sus referencias musicales como Steve Reich, Autechre, and the Cocteau Twins para entender que la suya, no es una electrónica festivalera, alegre, de grandes multitudes. Al contrario, su música es la banda sonora de una película post-apolíptica, que en palabras de Eustis toma su inspiración del dolor de la vida diaria, y los sueños extraños.
No. No es difícil entender su visión cuando te remontas a su historia con Charlie Cooper, su compañero en Telefon Tel Aviv. “Conocí a Charlie cuando estaba en secundaria y su banda necesitaba un tecladista. Quería que lo hiciera, pero no era lo suficientemente buenos, así que nos hicimos amigos.” La amistad se convirtió rápidamente en un cruce de ideas musicales hasta que en 1999 nació la dupla de electrónica experimental: Telefon Tel Aviv, un nombre tan enigmático como su música. Grabaron así su álbum debut Fahrenheit Fair Enough (2001) y Map of what is effortless (2004) dos materiales de una electrónica experimental, que llevaba las máquinas al límite.
Pero en el 2009 el futuro lo alcanzó. Dos días después de lanzar Immolate Yourself (2009) Cooper falleció debido a una combinación de píldoras para dormir y alcohol. La música se convirtió para Joshua en un medio catártico para lidiar con esos demonios. Siguió con su electrónica oscura, dio vida a proyectos como Sons of Magdalene y Second Woman, colaboró con Maynard James Keenan (Tool) a darle vida a Puscifer y se integró a la alineación de Nine Inch Nails para la gira de 2013.
Ahora ha relanzado Telefon Tel Aviv en una escena electrónica que la parece fascinante. “Hay tantos artistas que están haciendo música con mucha visión de futuro que es imposible quedarme sin cosas nuevas para escuchar que me vuelen la mente.” Y esa escena incluye también a México, país que por cierto acaba de visitar como parte de su gira de regreso a los escenarios. “Wow. Hay mucho que decir sobre la contribución de los artistas mexicanos a la música electrónica. Demasiados en la lista. Está N.A.A.F.I, César Urbina, Demian Licht, podría seguir así.”
De vuelta a la conversación sobre el futuro, ese que está bien presente en su música, tanto como tema como intención, Joshua Eustis sabe que mañana la música de vanguardia podría ser casi cualquier cosa. ¿Reggaetón? “El reggaetón es como cualquier otra parte de la música electrónica. He escuchado canciones de reggaetón que absolutamente me han sacudido. Era muy popular una década atrás cuando vivía en Chicago y es muy popular ahora en LA.” ¿EL hip hop? ¿Qué tal el silencio ante tanta devastación? No importa realmente. Como el mismo dice, «siempre habrá basura y habrá canciones eternas y legendarias.» Aunque nos hundamos o se caiga la torre de brasas ardientes.