Por Andrea Aguilar

Tal vez antes de profundizar en el sonido y las generalidades del último disco de las estadounidenses  Sleater-Kinney, lo más importante sea mencionar que no se puede esperar nada parecido a sus producciones anteriores.

Son una banda que ha creado una trayectoria admirable en la escena del rock alternativo y aunque su esencia se conserva, los sonidos que se incorporan hablan de la madurez musical de sus integrantes y, hay que decirlo, de la gran influencia que tuvo Annie Clark en su papel de productora.

Resumir el disco en pocas palabras nos puede dar una buena idea de lo que podemos esperar y aunque sea una tarea complicada, oscuro y sexi, tal vez sean unas de las características que más resaltan. Las guitarras son protagonistas, pero los sintetizadores se integran ahora a su sonido y tal vez sean ellos y efectos en las voces, los responsables de las vibras más electrónicas que tiene este álbum.

The Center Won’t Hold es el nombre del disco, también el nombre de la canción que lo introduce y probablemente, sea la mejor manera de hacerlo por el sonido procesado e incluso industrial que nos deja con el cuestionamiento de si lo acabamos de escuchar el verdaderamente Sleater-Kinney.

De manera general, las letras están siempre dentro de un contexto revolucionario y abordando temas de actualidad como las sensaciones de usar excesivamente la tecnología que se describen en «The future is here».

Es imposible que escuchar este material no nos haga darnos cuenta de muchos elementos que le hacen falta al rock de nuestra época, pero es exactamente la capacidad de adaptación, la disponibilidad de incorporar nuevos sonidos y experimentar, la virtud más grande con la que cuenta la agrupación.

Con música y mensajes actualizados, Sleater-Kinney tiene contenido para todo tipo de público y nos mantiene expectantes de lo que tendrán que decir en el futuro.

¡Acá te dejamos el disco para que no te pierdas esta producción magnética, sexi e innovadora!